Lamborghini limitará su producción en 2020 a tan sólo 8.000 coches. Así lo ha confirmado el CEO de Lamborghini, Stefano Domenicali. Y aunque eso sea dentro de un año, es una buena muestra de lo bien que va Lamborghini.
En 2010, Lamborghini vendía 1.302 coches en todo el mundo, mientras que Ferrari colocaba 6.421 coches. El año pasado, Lamborghini batió su propio récord vendiendo 5.750 coches. Y lo han conseguido con tan sólo dos modelos, cuando Ferrari tiene cuatro modelos -de serie- en su catálogo.
El objetivo es mantener la exclusividad de los Lamborghini en el mercado. No solamente el precio alto de los nuevos modelos, sino también el valor residual de los modelos que ya no están en producción. Sencillamente, lo que es raro y atractivo es caro. Es algo que Ferrari lleva décadas practicando fabricando “una unidad menos de lo que pide le mercado”, como solía decir Luca di Montezemolo, el que fuera presidente de Ferrari de 1991 a 2014.
Todos pensamos en el Lamborghini Urus como responsable de ese incremento, sin embargo el Urus comenzó a comercializarse a finales de 2018, es decir, el crecimiento constante de Lamborghini en estos últimos años se debe exclusivamente a sus dos modelos deportivos, el Gallardo primero y luego su sustituto, el Huracán (del cual ya se han vendido más de 10.000 unidades en total desde su lanzamiento), y al Aventador con motor V12 (comercializado en 2011).
Aunque es cierto que la necesidad, prevén en Sant'Agata Bolognese, de limitar la producción se debe efectivamente al éxito del Urus. Domenicali prevé que la mitad de esas 8.000 unidades que fabricarán en 2020 serán Urus, mientras que dos tercios de las 4.000 unidades restantes serán de Huracán, el Aventador contará por un tercio de esas 4.000 unidades.
El éxito abrumador del Lamborghini Urus
¿Es un poco precipitado prever limitar la producción en 2020? No si Lamborghini consigue vender un 40 % más en 2019 gracias al Urus. Serían así 2.300 coches más que en 2018, lo cual no es descabellado ya que en octubre de 2018, Lamborghini ya tenía pedidos para cubrir toda la producción de 2019 del Urus (unas 3.500 unidades).
De ese modo, la marca habrá vendido ya más de 8.000 coches en 2019. Reducir la producción en 2020 sería la manera de mantener la demanda, la exclusividad y el valor residual de los coches. Y que los compra-venta sigan especulando con los Lamborghini como lo hacen con los Ferrari. Pero eso también da imagen de exclusividad; en realidad es algo que a Ferrari y Lamborghini les beneficia en términos de imagen.
Además, anunciarlo tan pronto genera así una mayor demanda. Es un segmento del mercado en el que la clientela se mueve mucho por querer siempre “el último modelo”. La perspectiva de quedarse sin un Lamborghini, especialmente un Urus, puede provocar un adelanto de las ventas.
