Lo que conocimos a finales de 2018 se ha confirmado: Jaguar Land Rover va a prescindir de miles de trabajadores, la mayoría en Reino Unido, para recortar gastos. Según ha comunicado el propio fabricante, recortará alrededor de 4.500 puestos de trabajo para enfrentar una desaceleración de las ventas en China y una caída de la demanda de vehículos diésel.
El 10 % de la plantilla, a la calle
'Charge and Accelerate' es el programa que el mayor fabricante de vehículos del Reino Unido ha puesto en marcha, y con el que justifica la reducción de su fuerza laboral. La compañía, propiedad de la india Tata Motors, planea ahorrar más de 2.700 millones de euros en un periodo de 18 meses.
Las dos principales acciones a implementar serán:
Crear una organización "más ágil y resistente". Para ello prescindirán de 4.500 puestos de trabajo en todo el mundo, que se suma a las 1.500 personas que fueron despedidas en 2018. La compañía da trabajo a unas 44.000 personas.
'Electrificar' sus instalaciones para fabricar una futura gama de vehículos eléctricos 'made in UK'. Estos vehículos se fabricarán en Wolverhampton y el nuevo centro de ensamblaje de baterías se establecerá en Hams Hall, cerca de Birmingham.
"Estamos tomando medidas decisivas para ayudar a generar un crecimiento a largo plazo, ante múltiples interrupciones geopolíticas y regulatorias, así como los desafíos tecnológicos que enfrenta la industria automotriz.", ha explicado Ralph Speth, director ejecutivo de Jaguar Land Rover.
Los recortes de empleos representan alrededor del 10 % de la fuerza laboral de la compañía. Afectarán principalmente a los trabajadores en el Reino Unido, incluidos contratistas, altos directivos, supervisores, ingenieros y trabajadores de diseño, aunque los trabajadores de la línea de producción no se verán afectados, según informa Autonews Europe.
La compañía reportó el jueves una caída del 4,6 % en las ventas durante el ejercicio de 2018 alcanzando algo menos de 600.000 unidades vendidas.
Ford por su parte también acaba de anunciar miles de despidos enmarcados en su nuevo plan estratégico para Europa: más SUV y más coches eléctricos.
China, diésel y Brexit: demasiados talones de Aquiles
"China ha impulsado el agudo deterioro de las ganancias. Es el mayor desafío individual", ha dicho el jefe de finanzas de la firma, Ken Gregor, que ha reconocido que la planta de Jagira en Changshu, China, "básicamente ha estado cerrada durante la mayor parte del mes de octubre para permitir que el inventario de nuestros vehículos y el inventario del concesionario comience a reducirse".
Durante 2018 las ventas de Jaguar Land Rover en el país asiático cayeron en un 21,6 %.
Por otro lado, el diésel representa el 90 % de las ventas del fabricante en Reino Unido y el 45 % de la demanda global. Pero la demanda de diésel se ha desplomado tras los nuevos gravámenes a raíz del escándalo del Grupo Volkswagen.
Además, Jaguar Land Rover ha advertido de nuevas pérdidas y "enormes implicaciones" en caso de que el Reino Unido deje la Unión Europea con un acuerdo comercial deficiente o sin acuerdo.
La compañía fabrica una mayor proporción de sus automóviles en Gran Bretaña que cualquier otro fabricante de automóviles y ha gastado millones de libras en prepararse para el Brexit, en caso de que existan aranceles o controles aduaneros entre el Reino Unido y Europa.
En este sentido, el CEO de la compañía, Ralph Speth, ha asegurado que si se produce un Brexit duro las cifras de despidos ofrecidas ayer podrían aumentar.
El próximo 15 de enero tendrá lugar una importantísima votación en el Parlamento británico en la que los diputados tendrán que respaldar o no el plan del Brexit que pactaron Londres y Bruselas el pasado mes de noviembre. Si no se respalda, la primera ministra, Theresa May, tendrá una semana para proponer un plan B, que si tampoco es aceptado puede llevar a una salida sin acuerdo y a unas elecciones generales anticipadas.
Objetivo: ahorrar costes para abrazar la electrificación completa
Según el fabricante, hasta ahora su programa 'Charge and Accelerate' ha permitido ahorrar más de 1.000 millones de libras, que se suman a los 500 millones de libras ahorradas en 2018. Este colchón permitirá a Jaguar Land Rover financiar inversiones vitales en tecnología para salvaguardar su futuro.
Estas inversiones incluyen su transformación hacia la electrificación: a partir de este año, se producirán las Unidades Eléctricas de última generación en el Centro de Fabricación de Motores de la compañía en Wolverhampton. Estas unidades serán alimentadas por baterías ensambladas en un nuevo Centro ubicado en Hams Hall, North Warwickshire.
El 'Battery Assembly Center' será "uno de los más grandes de su tipo en el Reino Unido", utilizando nuevas técnicas de producción y tecnologías para fabricar paquetes de baterías para futuros vehículos Jaguar y Land Rover.
Durante el último año, la cartera global de productos de la compañía se ha ampliado para incluir el Jaguar I-PACE completamente eléctrico, el Range Rover y el Range Rover Sport con derivados híbridos enchufables y, más recientemente, el nuevo Range Rover Evoque, también con la próxima generación tecnología híbrida.
Y a partir de 2020, todos los nuevos vehículos de Jaguar Land Rover tendrán motor eléctrico, aunque aún seguirán desarrollando vehículos diésel y gasolina.