En principio, a partir del 1 de julio de 2025 debería entrar en vigor la nueva nueva norma anticontaminación Euro 7 para turismos y furgonetas, y a partir del 1 de julio de 2027 para camiones y autobuses.
Aunque la norma es menos restrictiva de lo que se preveía, no es del gusto de los fabricantes. Ahora, según el ministro italiano de Transportes, Mateo Salvini, Italia tiene los apoyos suficientes para bloquear la adopción de esa norma.
La norma Euro 7 propuesta es "claramente errónea" y ni siquiera es útil desde el punto de vista medioambiental, considera el ministro de Transportes italiano, Matteo Salvini, líder del partido de coalición de la Liga en el Gobierno de Italia.
“Italia, junto con Francia, la República Checa, Rumanía, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria, Polonia y Hungría, tiene los números para bloquear esta medida”, dijo Salvini durante una conferencia de distribuidores de automóviles en Verona. "Ahora somos una minoría de bloqueo, pero queremos convertirnos en mayoría", añadió.
Sólo hacen falta cuatro votos en contra para bloquear la propuesta
La normativa Euro 7, que endurece los límites de emisiones de contaminantes de los vehículos, incluidos los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono, a partir de 2025 debe ser aprobada en última instancia por el Consejo Europeo, es decir, por los estados miembros.
Para aprobar una norma propuesta por la Comisión Europea, el 55% de los países miembros que representen al menos el 65% de la población de la UE deben votar a favor. Pero, y es importante, basta con que cuatro estados miembros, independientemente del porcentaje de población europea que representen, voten en contra para tumbar la propuesta.
Es justamente lo que ocurrió con la adopción de la prohibición de la venta de coches con motor de combustión interna en 2035, aprobada in extremis. Alemania, República Checa, Italia y Polonia votarían en contra si no se incluía una excepción para los e-fuels. Italia tan sólo necesita que tres países voten también en contra para bloquear la norma Euro7.
Los fabricantes, en contra de Euro 7
En gran medida Salvini hace suyas las tésis de la mayoría de los fabricantes que consideran que la norma Euro 7 les obligará a desviar la inversión de los coches eléctricos hacia los modelos gasolina y diésel para adaptar unos modelos que, como mucho, tendrán apenas 10 años de vida comercial.
El CEO del grupo Stellantis, Carlos Tavares, considera que "desde el punto de vista de la industria, no necesitamos la Euro 7, ya que nos quitará recursos que deberíamos dedicar a la electrificación. ¿Por qué utilizar recursos escasos para algo de corta duración? La industria no lo necesita y es contraproducente".
Además, consideran que la aplicación de esta norma implica un aumento del precio de los coches. El CEO del Grupo Renault y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, insiste en que tener que cumplir con esta normativa afectará directamente a los compradores, pues “traerá significativos aumentos de costes”, lo que a su vez, deriva en la ralentización del proceso de electrificación del parque móvil en Europa, donde la edad media de los vehículos supera ya los 11 años.
La Comisión Europea afirma que la norma Euro 7 es necesaria para reducir las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno (NOx)y partículas finas y evitar que se repita el escándalo de los motores diésel del Grupo Volkswagen.