Llegó el plan del coche eléctrico para todos y los fabricantes se llenaron la boca asegurando que estaban dentro. Pero se han dado cuenta de la dolorosa realidad: no es rentable. Marcas como Toyota o Mazda se han resistido siempre a adoptar el discurso y han seguido apostando por el motor de combustión, y ahora entonan es "os lo dije".
Una de las marcas que más está perdiendo con el coche eléctrico es Ford, que quiere que la industria deje de ver los vehículos híbridos solo como una solución provisional: "Deberíamos dejar de hablar de esto como tecnología de transición", ha dicho el mandamás de la firma, Jim Farley. Pero desde General Motors ni si quiera abogan por eso.
"Me tomo muy en serio a los competidores chinos"
A Ford no le ha ido bien con el coche eléctrico. La división de vehículos eléctricos perdió alrededor de 4.700 millones de dólares el año pasado sin tener en cuenta intereses e impuestos (y espera perder otros 5.000 millones de dólares este año). Por el contrario, su división de vehículos híbridos y de gasolina obtuvo una ganancia de 7.500 millones de dólares: "Muchos de nuestros híbridos en Estados Unidos son ahora más rentables que sus equivalentes no híbridos", ha dicho Farley en declaraciones recogidas por Reuters.
Así, el CEO de la firma del óvalo aboga por los híbridos de gran autonomía. Por el momento, el único modelo que consiguen vender en EEUU es la F-150 Lightning: un modelo que aspiraban a fabricar en masa -150.000 unidades al año- y del que venden 7.700 unidades al trimestre. El Ford Mustang Mach-E ha sido otro batacazo, y sus ventas solo se han visto impulsadas tras una baja de precios.
Otro gigante con pies de barro en la esfera del coche eléctrico ha sido siempre General Motors. La jefa de la firma, Mary Barra, no ve esta tecnología como una opción a largo plazo, y solo se ha mojado para decir que tendrán híbridos enchufables a partir de 2027. Ha asegurado que tiene un ojo puesto en los principales fabricantes de automóviles de China, y General Motors debe mantener marcas, productos y costos sólidos para no quedarse atrás: "Me tomo muy en serio a los competidores chinos, especialmente a los principales. Tenemos que seguir reduciendo costos para poder competir con éxito", dijo. En EEUU en panorama del coche eléctrico es bastante frío y solo se anima con las ventas de Tesla, que acumuló el 55 % de la cuota de mercado de eléctricos puros al año pasado, mientras que la centenaria Ford se conforma con el 7%. En total se vendieron 1,2 millones de vehículos eléctricos el año pasado, pero su cuota de mercado sigue siendo de menos del 8%.
La otra cara de la moneda es que los motores de combustión son los únicos con los que las marcas ganan dinero, y no están dispuestas a renunciar a ellos. Mientras que Volvo ha fabricado recientemente su último modelo con motor diésel, Toyota cree que el diésel "no está muerto" y le queda una larga vida por delante. Aunque no en Europa: el año pasado se vendieron más eléctricos que diésel por primera vez. También Renault sigue apostando por los motores diésel y ha anunciado un nuevo cuatro cilindros.
Los sistemas de microhibridación, los combustibles sintéticos y el hidrógeno se mencionan a menudo como la tecnología intermedia definitiva antes de dar el salto a una cartera de eléctricos puros que a pocas marcas tradicionales les sale rentable.