Ahora, con los precios del combustible por las nubes, volvemos a preguntarnos si estamos pagando el combustible más caro o más barato en relación a nuestros vecinos. La respuesta es ambigua si no precisamos el matiz de los impuestos, ¿con ellos o sin ellos? Ese es el quid de la cuestión.
En nuestro país cada litro de gasolina o gasóleo paga dos impuestos: IEH (impuesto especial sobre hidrocarburos) o IVMDH, e IVA (impuesto sobre valor añadido). Si miramos los precios puros y duros antes de impuestos, en España tenemos los combustibles de los más caros de Europa. Pero iremos más allá.
Nuestro compañero Remo de El blog salmón ha hecho una equivalencia de la cantidad de combustible que podemos pagar en relación a una hora de trabajo, partiendo de los salarios medios de Eurostat. Hay que tener en cuenta que casi todos los países europeos tienen los combustibles más caros que nosotros.
Precios sin impuestos y con impuestos
¿Qué significa este gráfico? Que un español solo podrá comprar 9 litros de gasolina con los precios actuales trabajando una hora, por término medio. En cambio, un luxemburgués comprará el doble de cantidad con el mismo esfuerzo. Con el gasóleo pasa lo mismo.
La gasolina en España va cargada con un 48,74% de impuestos, el gasóleo con el 42,08%. El IVA que tenemos es el más bajo del grupo Europa-15, salvo por Luxemburgo con un 15%. Los daneses, con un 25% de IVA, es el segundo país con el combustible más barato con precios finales en relación al coste de la vida.
Todo esto puede resumirse en que tenemos combustibles antes de impuestos muy caros, pero baratos con impuestos. Si tenemos en cuenta el esfuerzo que nos cuesta comprarlos, entonces es de los más caros con impuestos también. Y como repostemos fuera de España con bolsillo español, el dolor es brutal.
La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) redactó en 2009 una serie de recomendaciones para mover la competencia real entre gasolineras, para reducir el precio antes de impuestos. Recordemos que cuando nos venden un litro de combustible en una gasolinera, ellos recaudan impuestos, pero no se los quedan, porque son intermediarios de Hacienda.
Eso significa que si no pagamos el combustible antes de impuestos más barato es por problemas de competencia en el sector, un oligopolio (pocos oferentes y muchos demandantes). En un informe reciente, la CNC constata que sus recomendaciones no se han cumplido, y consideran urgente su aplicación.
Podemos hilar esto con una conocida plataforma de protesta cívica sobre los precios del combustible, que nos insta a cambiar regularmente de gasolineras, evitando las principales, para forzarles a bajar los precios o que estas presionen al Gobierno para bajar los impuestos. La diferencia de precios entre gasolineras, dentro de la misma provincia, viene dada por el margen comercial.
Por otra parte, los combustibles suben más rápido que los salarios, y el esfuerzo para llenar el depósito es más alto. Solo en un año, el gasóleo se ha encarecido casi un 20%, es obvio que el salario medio no ha subido a esa velocidad. Ya se habla de descenso del consumo de combustible nacional en los telediarios, y sin 110 km/h ni cosas así.
Tengo ante mi un gráfico elaborado por Expansión en mayo de 2010, y la situación era parecida. Estando el gasóleo a 1,06 euros el litro, sin impuestos eran 0,57 euros, más caro que en Portugal, Alemania, Reino Unido, Holanda o Francia. La situación no es que haya cambiado gran cosa.
Cuanto más caro es el combustible, pagamos más impuestos en términos absolutos, pero menos sobre el precio final. Comparados con nuestros vecinos, pagamos menos impuestos porcentualmente y en términos absolutos, pero nos cuesta más esfuerzo pagarlos.
¿Cómo se compone el precio del combustible?
En la Web de la Asociación Española de Operadores de Productos petrolíferos (AOP) podemos ver el desglose de la gasolina de 95 octanos y gasóleo A en el mes de enero de 2011, la última información disponible. Como podemos ver, el precio del barril influye en el 38,60% en la gasolina y 44,06% en el gasóleo.
El barril de referencia en Europa es el Brent, que ahora mismo cotiza a 109,70 dólares. A lo largo de un año natural, su nivel mínimo ha sido de 69,07 dólares y su máximo de 117 dólares. Dado que los impuestos no cambian desde julio de 2010 (IEH 2,9 céntimos/litro e IVA al 18%), el resto está en los márgenes comerciales (PAI-Ci en el gráfico).
Al margen de todo esto, hay un impuesto encubierto que ponen las leyes de la naturaleza y la termodinámica. En un coche no híbrido, el rendimiento máximo del combustible no llega al 40%, el resto lo pagamos únicamente por contaminar, generar calor y vibraciones. Lo sé, leer esto despierta instintos homicidas a cualquiera.
Si hubiese competencia perfecta en el sector (algo ideal a efectos económicos, pero un poco utópico) no veríamos muy aliviado el esfuerzo en pagar el combustible. Eso sí, el coste de la materia prima es muy dependiente de la situación geopolítica. Lo hemos visto con las revueltas árabes (alza) o el desastre de Japón (bajada).
Si se bajasen los impuestos, bajaría la recaudación del Gobierno, y el dinero habría que sacarlo de otro lado o necesitaría emitir más deuda para financiarse. Lo perfecto sería tener salarios más altos, pero eso tiene otras consecuencias que se escapan al ámbito de este análisis y entran en terreno macroeconómico.
Estos datos refuerzan la idea de que hay que tener diversidad energética, y apostar más por GLP (IEH congelado hasta 2018), GNC, biocombustibles de producción nacional, coches eléctricos (la electricidad tiene un precio más estable) y más adelante hidrógeno. Como dependamos siempre del oro negro, nuestro futuro será del mismo color que este.
Fuente | Boletín petroleo de la Unión Europea, Comisión Nacional de la Competencia, Asociación Española de Operadores de Productos petrolíferos, El Economista
En El Blog Salmón | España, el cuarto país con la gasolina más cara de Europa en términos relativos