A tan solo 17 días del cierre definitivo de Nissan Barcelona, la que se perfilaba como principal opción para quedarse con las plantas del fabricante nipón ha dicho que no.
Según fuentes consultadas por Europa Press, Great Wall Motors ha rechazado definitivamente la oferta del Gobierno y ha retirado su proyecto de reindustrialización de los terrenos de la planta en Zona Franca, Barcelona.
Una reunión de urgencia
Aún sin información oficial de por qué Great Wall se ha retirado de las negociaciones, todo apunta a que las concesiones de la Generalitat y el Gobierno central no han sido suficientes.
Entre ellas estaba una reducción del alquiler del espacio de Zona Franca y más ayudas públicas, dos puntos que el fabricante chino había puesto en su lista de requerimientos. También se contemplaba la fabricación de 300.000 unidades anuales; el doble de las previstas inicialmente.
Ante la situación límite que vive este importante polo industrial, se ha convocado una mesa de reindustrialización de urgencia para este mismo lunes.
Las alternativas que se han seguido estudiando de manera paralela incluyen reevaluar la viabilidad actual del proyecto del Hub liderado por QEV Technologíes y una planta de vehículos eléctricos de Silence para ocupar todos los terrenos de Zona Franca.
En el último momento también ha aparecido una sorprendente propuesta vinculada a Defensa para el mantenimiento de vehículos de combate, así como la inmobiliaria australiana Goodman (que ya tiene proyectos activos en Cataluña) ha presentado un proyecto industrial y logístico ante la mesa de reindustrialización de Nissan que supone la inversión de 550 millones de euros y que prevé generar más de 3.200 empleos directos.
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