El Gobierno, que está a la espera de recibir el visto bueno de su Programa de Estabilidad a Bruselas en el que se incluye una subida del precio del gasóleo de 3,8 céntimos, prepara una batería de medidas regulatorias enfocadas en mejorar la calidad del aire.
Según detalla El Economista, este plan incluirá una subida del Impuesto de Mariculación para acelerar la transición hacia el coche eléctrico, entre otras muchas medidas.
Impulsar la adopción del coche eléctrico
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha puesto en el punto de mira el llamado numerito o Impuesto de Tracción Mecánica y el Impuesto de Matriculación de forma que los vehículos equipados con motores de combustión sean penalizados.
Esto se traduce en una subida del Impuesto de Matriculación, que se calcula en función de los gramos de CO₂ por kilómetro que emita cada vehículo. Aquellos cuyas emisiones son superen los 120 gr/km de CO₂ no lo pagan, pero para los vehículos con emisiones superiores o iguales a 200 gr/km alcanza el 14,75 %.
Lo cierto es que el nivel promedio de emisiones de un vehículo nuevo vendido en 2017 fue de 118,5 gramos de CO₂ por kilómetro, muy por debajo del objetivo de 2015 de 130 g. Esto equivale un tramo del 4,75 %.
Respecto al Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica -un impuesto directo, de titularidad municipal y obligatorio que se modula por la potencia fiscal en el caso de los turismos- el Gobierno quiere basarlo en la norma Euro y la etiqueta medioambiental de la DGT.
Por lo tanto, como ocurre ya a la hora de circular en el centro de ciudades como Madrid o Barcelona, los vehículos más antiguos y contaminantes serán los que se vean más afectados por este paquete de medidas.
Otro de los puntos que se contemplan es el de aumentar la masa máxima autorizada de los camiones a 44 toneladas y la altura a 4,5 metros a partir de 2021, con la intención de que el transporte de mercancías se haga de forma más eficiente (menos viajes).
Moncloa quiere también mejorar la infraestructura de recarga de coches eléctricos impulsando la instalación de puntos de recarga. De hecho, el borrador del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética presentado en 2018 ya se contemplaba obligar a las estaciones de servicio a instalar puntos de recarga para coches eléctricos.
Un paquete de medidas que se sitúa en las antípodas de las reclamaciones de los fabricantes de coches.
Y es que la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) propuso recientemente eliminar el impuesto de matriculación, actualizar el de circulación e implementar un plan estructural de renovación del parque automovilístico, con una dotación 200 millones de euros durante tres años para todos los tipos de vehículos, incluidos los de combustión.