A mediados de agosto el Gobierno en funciones dio algunos detalles de ese modelo de financiación de autovías "sostenible" en el que trabaja, y se armó la marimorena. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, explicó que se plantea aplicar el pago por uso de las autovías actualmente 'gratuitas'; un costo que asegura sería "simbólico" en comparación al de las autopistas de peaje.
En recientes declaraciones en una entrevista en la cadena SER, Ábalos, ha calificado la reacción ante la propuesta de "cuento de agosto" y ha dicho que se trata únicamente de un debate que por otro lado inició el PP hace años.
Solo "las de alta capacidad"
Ábalos considera que la propuesta de debate que inició Fomento respecto a un modelo de financiación de autovías ha sido respondida con descalificaciones y se ha reafirmado en su idea de que "lo único" que ha hecho "es plantear de buena fe un debate sobre financiación y la conservación de carreteras de este país, solamente para las de alta capacidad".
El ministro en funciones ha recordado que la propuesta de introducir peajes en las carreteras ya fue llevada por el PP a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos en 2012 por su homóloga Ana Pastor, y seis años después se redactó un informe, también bajo el Gobierno del PP, "con la misma intención".
Lo cierto es que desde un primer momento este modelo de pago por uso se ha presentado como un 'globo sonda' que ha estallado con estruendo entre las fuerzas políticas. El Gobierno de Andalucía, formado por PP y Ciudadanos, ha dicho que se opone "desde ya" y desde la Xunta de Galicia lo han calificado de "excusa" para eludir otros asuntos.
Las asociaciones de transportistas también se han posicionado en contra, alegando que aumentaría los costes de explotación de la actividad y acabaría repercutiendo al precio de los productos.
Fomento explicó en un primer momento que este peaje sería "simbólico"; el equivalente a una décima parte de lo que ahora se paga de media en las autopistas de peaje. También que su recaudación se destinaría a reducir el precio de las autopistas que aún están en manos privadas y solo iría destinado a sufragar el mantenimiento de la infraestructura.
Hace cinco meses el Gobierno cifró en 2.000 millones de euros el déficit en conservación de carreteras, mientras que la Asociación Española de la Carretera lo ubicaba en 7.000 millones.
El balance negativo unido a los más de 13.000 km de alta capacidad 'gratuitos', que no implican el pago por uso, hace imposible que la conservación se financie vía presupuestos, según ha defendido el Ejecutivo.