General Motors ha iniciado un importante plan de reestructuración. Y eso implica reducir significativamente su masa salarial, lo que podría llevar a cerrar hasta cinco factorías, tres de ellas siendo del ensamblaje final de sus automóviles. De hecho, se anunció hoy que las fábricas de Lordstown (Ohio), Detroit-Hamtramck (Michigan) y Osahawa (Canadá) no se verían adjudicados nuevos modelos para 2019. Y como los modelos que esas tres factorías producen actualmente dejarán de fabricarse en 2019, la suerte de esas tres plantas está echada.
En teoría, que una factoría no tenga adjudicada nuevos modelos no significa que vaya a cerrar, aunque en la práctica es lo que suele ocurrir. Y en este caso pone en riesgo el 3.500 puestos de trabajo en Estados Unidos y 3.000 en Canadá. Y no serán los únicos, pues General Motors prevé también reducir en un 25 % el número de sus ejecutivos. GM, que tiene actualmente unos 54.000 empleados en todo el mundo, quiere reducir sus efectivos en un 15 %.
Por otra parte, General Motors cerrará otras dos factorías fuera de Norteamérica a finales de 2019. No hay nada oficial, pero parece lógico habida cuenta de sus discretos resultados en Corea del Sur que Corea se vea también afectada por cierres. En Europa, GM vendió Opel, pero no tiene comprador a la vista para sus operaciones coreanas.
Sobrecapacidad y fiebre por el SUV
Según analistas del Center for Automotive Research, General Motors tiene en Norteamérica una sobrecapacidad productiva de un millón de unidades. Y hay en Norteamérica una sobrecapacidad de 3,2 millones de unidades.
Las tres factorías finales afectadas por el cierre producen actualmente el Chevrolet Volt, Chevrolet Impala, Buick LaCrosse y Cadillac CT6 (Michigan), mientras que la de Canadá produce los Cadillac, Chevrolet Impala, Chevrolet Silverado y GMC Sierra. La factoría de Lordstown ,por su parte, ya solo funciona con un solo turno y produce exclusivamente el Chevrolet Cruze.
En la mayoría de los casos son modelos cuyas ventas han caído en picado, como las del Chevrolet Cruze e Impala o bien nunca han conseguido convencer al público, como el Cadillac CT6. Son berlinas que ya no tienen los favores del consumidor; un consumidor que ya solo piensa en clave SUV.
General Motors espera que el cierre de esas operaciones le permitan ahorrar hasta 6.000 millones de dólares al año a partir de 2020.