Recordemos que los motores flexibles consumen tanto gasolina normal como E85, un motor normal se estropea si se usa con etanol.
Para 2012, General Motors pretende que el 50% de sus vehículos sean flexibles. Asímismo, quieren que la red de distribución crezca cuando lleguen los biocombustibles de segunda generación (no vendrán del maíz, cebada o trigo). Ayudarán al gobierno usando su experiencia adquirida al haber montado 300 surtidores en 15 estados.
Lógicamente, se trata de una forma de beneficiarse ellos también, pues no son monjas de la caridad. Si EEUU puede producir biocombustibles en cantidades importantes y sin perjudicar a los cultivos tradicionales para alimentación, pueden paliar parcialmente el problema de los precios y futura escasez de crudo, pero no es una solución total.
En España, dada la cantidad de biomasa que se podría utilizar, vendría bien una inyección de fondos o I+D para reducir nuestra dependencia energética, más alta que la de EEUU. Ya se venden aquí vehículos flexibles, pero los puntos para repostar se pueden contar con los dedos o son surtidores privados.
Fuente | General Motors
En Motorpasión | La cara negativa de los biocombustibles, ¿Se acaba el petróleo o no? Nos están mareando