Nissan atraviesa una grave crisis y está funcionando en lo que califican de “modo de emergencia”. La marca japonesa ha puesto en marcha un drástico plan que incluye la supresión de 9.000 puestos de trabajo, una reducción del 20% de su capacidad mundial, la venta de acciones de Mitsubishi y el aplazamiento de nuevos modelos.
"Tenemos 12 ó 14 meses para sobrevivir", declaró un alto cargo cercano a Nissan al Financial Times. En ese sentido la marca japonesa estaría buscando un nuevo inversor de referencia para asegurarse continuidad y así compensar la progresiva salida de Renault de su capital, mientras Nissan ultima los términos de su nueva asociación para vehículos eléctricos con su archirrival Honda.
¿Honda al rescate de Nissan?
El fabricante japonés ya no puede contar con la ayuda de su histórico socio francés. Renault está reduciendo su participación en Nissan del 43% al 36%, mientras que con Honda está ultimando un acuerdo para desarrollar coches eléctricos en común.
Con esta colaboración, Nissan espera generar liquidez rápidamente en Japón y Estados Unidos, pero su situación sigue siendo crítica. El futuro de la empresa dependerá de sus próximas decisiones estratégicas para salir de esta precaria situación.
En Estados Unidos, por ejemplo, Nissan no supo ver el crecimiento de los modelos híbridos y PHEV y carece de modelos que gusten en esos segmentos. El Nissan e Infiniti vendieron juntos algo más de 700.000 coches de enero a agosto de 2024, en un mercado donde se venden más de 1,5 millones de coches al mes.
En China, la situación no es mucho más boyante, las ventas conjuntas de las marcas de Nissan en ese país (Nissan, Venuncia e Infiniti) de enero a agosto de 2024 alcanzaron un total de 435.603 unidades. Más o menos lo que vende BYD en un sólo mes.
En el mercado europeo, Nissan confía principalmente en las ventas del Qashqai y el Juke, pero podría relanzar el pequeño Micra con un motor 100% eléctrico, basado en la tecnología del futuro Renault Twingo eléctrico. Por tanto, este nuevo modelo podría aplazarse o incluso cancelarse en favor de una sinergia con Honda.
Sin embargo, un pequeño coche eléctrico sería esencial para la marca en el mercado europeo, donde el SUV eléctrico Ariya, a pesar de sus evidentes cualidades, no ha conseguido despegar en ventas.
Según fuentes internas, Honda podría convertirse en el principal inversor o adquirir directamente las acciones de Renault, una posibilidad planteada por el ex consejero delegado de Nissan, Carlos Ghosn, como una adquisición encubierta de Nissan por parte de Honda.
Por otra parte, si bien existe esa posibilidad, un alto cargo de Nissan afirmó al diario financiero que la compra de una participación por parte de Honda sería el “último recurso” para salvar a la compañía.