Ayer saltó la noticia a través de El Confidencial que la Generalitat de Catalunya junto al Ayuntamiento de Barcelona y el Area Metropolitana de Barcelona están preparando el que posiblemente sea el mayor logro del sector del taxi: un duro golpe al modelo de negocio de Uber y Cabify en la Ciudad Condal.
Tras meses de negociaciones posteriores a la huelga de taxis del pasado verano las peticiones de los taxistas de Barcelona han calado en lo que ya califican como el mayor triunfo en su lucha.
Una victoria para el taxi y un desastre potencial para las VTC de Barcelona
Según los documentos a los que ha tenido acceso el diario, dos nuevos Decretos Ley serán aprobados por la Generalitat el próximo 25 de enero para conceder a los ayuntamientos y al Área Metropolitana de Barcelona (AMB) la potestad para regular el sector de los vehículo de alquiler con conductor (licencias VTC).
Si en Madrid el pasado mes de noviembre los taxistas escenificaron una demostración de fuerza frente al Ayuntamiento y a la sede de la Comunidad, en Barcelona ni siquiera ha hecho falta. Han sido precisamente unos documentos de AMB los que han hecho cundir cierto pánico entre el sector VTC y en la misma medida la alegría en el taxi.
Dichos documentos delatan un compromiso sólido entre la Generalitat y las autoridades locales con el fin de cambiar la normativa aplicada sobre las VTC, pero más concretamente sobre el funcionamiento de Uber y Cabify, alterando las condiciones de negocio de las que hasta ahora estaban haciendo uso ambas plataformas.
Hemos podido hablar con Alberto Álvarez, Tito, representante de Élite Taxi Barcelona justo después de que un grupo de taxistas hiciera un escrache a los representantes de Unauto (VTC), Uber y Cabify. "Nos hemos enterado de que iban a hacer una rueda de prensa aquí en Barcelona y hemos ido a llevarles un cheque regalo en taxi, pero sólo de ida", nos comenta: "ha sido algo bonito".
"De momento no tenemos nada oficial", apostilla Tito, asegurando que "algunos afirman que ya está hecho pero de momento la Generalitat nos ha dicho que van a sacar adelante la iniciativa, aunque se está trabajando para que no se pueda tumbar a través de hacerlo a través de la Ley Autonómica. Así es como no se puede tirar para atrás si no lo toca el Gobierno. Es nuestra jugada maestra".
Dentro de las exigencias para la explotación de las licencias VTC, AMB ha propuesto que los servicios de este tipo de vehículos se contraten con entre 6 y 12 horas de antelación, volando por los aires la accesibilidad de los clientes en tiempo real a los coches de Uber y Cabify, la principal fuente de negocio de estas empresas. En ambas también se puede solicitar el servicio con 'cita previa' pero estos desplazamientos son una porción minoritaria del pastel de su operativa. "Nosotros inicialmente pedimos 12 horas, pero nos hemos venido arriba y hemos pedido 24, luego la Generalitat nos dará lo que nos tenga que dar", apunta el portavoz de Élite Taxi Barcelona.
Otra de las exigencias para la prestación de servicios VTC según los documentos filtrados será la localización continua de los vehículos. Deberán transmitir a cada momento tanto la posición del vehículo como los servicios que está realizando, volcando los datos sobre una plataforma a través de la que AMB quiere mantener el control absoluto de qué están haciendo las VTC.
Pero más importante aún que es que el Área Metropolitana de Barcelona quiere imponer a Uber y Cabify la transparencia absoluta en sus tarifas, tumbando los procedimientos dinámicos de fijación de precios en función de la demanda o previsión de la misma. Los usuarios conocen el precio del trayecto antes de contratar el servicio, pero el taxi reclama que haya un pliego claro de tarifas publicado y presente en todos los coches de forma física.
"Pedir que se incluyan limitaciones técnicas en cuanto a horario, días de descanso, la publicación de las tarifas o el tipo de vehículos es para que las VTC tengan las mismas limitaciones que nosotros, pero no que se parezcan al taxi", reclama Álvarez, pero conservando la diferenciación de ambos servicios para que "cuando acaben un servicio se vayan a su base".
Tanto como la precontratación como la imposición de horarios y días de descanso parte de las reclamaciones del colectivo del taxi según Álvarez. "Todo esto viene de la huelga indefinida del año pasado. Conseguimos que el Gobierno transfiriera las competencias del transporte urbano a los ayuntamientos y ahora vamos a recuperar el trabajo que nos han robado durante todo este tiempo", y sentencia: "Uber y Cabify venían como empresas imparables y ahora toma, en toda la boca".
"Yo no quiero que Uber y Cabify se vayan, yo quiero que trabajen como tienen que trabajar", subraya Tito, invitando a estas empresas a que "si quieren trabajar como hasta ahora, que trabajen como un taxi. Que se compren licencias de taxi o hagan lo que les salga de los cojones y se queden aquí toda la vida. Pero no, montan una flota paralela, te roban el trabajo y luego te someten".
"Estamos recuperando lo que nos han estado robando", acusa Álvarez, pero señala que las VTC podrían seguir conviviendo con el taxi porque "hay mucha faena en Barcelona, pero el cliente se tendrá que acostumbrar a contratar con antelación el servicio".
Pero los objetivos de Élite Taxi no se quedan solo en recuperar el terreno perdido, sino que apuntan mucho más alto. "Hemos preparado una demanda civil con nuestro gabinete jurídico contra Uber y Cabify y meter al Estado como cómplice en la querella para reclamar daños patrimoniales", anuncia Tito, y destaca que "ya no nos vamos a callar ni una".
Álvarez apunta a que esta situación es en buena parte "culpa del anterior gobierno del Partido Popular ha legislado a favor de las VTC porque muchos altos cargos del Ministerio de Fomento del PP han acabado en Uber y Cabify a través de las puertas giratorias", como Isaac Martín (expresidente de Ineco, ahora en Cabify) o Ildefonso Pastor (exdiputado y exsenador, ahora en Uber) y sentencia que "es una trama al más alto nivel".
Preguntándole a Álvarez sobre qué pasará en el futuro con las VTC si Uber y Cabify se van, el portavoz nos señala que "eso se lo tendremos que preguntar a los fondos de capital riesgo que han forzado esta situación. Si ahora pierden dinero que se jodan". Dejando al margen el mundo financiero, e insistiéndole sobre las licencias en manos de autónomos y pequeñas empresas Tito se muestra desafiante: "Ya... Pues... yo qué sé. ¿No son tan tecnológicos? Pues que se inventen lo que quieran. El problema es que llevan años haciendo nuestro trabajo, no el suyo. Si querían hacer de taxi que se hubieran comprado una licencia de taxi".
Sobre los trabajadores de Uber y Cabify que podrían quedarse sin trabajo, Álvarez comenta que en su opinión "que cojan a los que les han vendido toda esta mierda y les demanden,es lo que yo haría". "Esto para nosotros es una victoria enorme. Si esto sale adelante habrá gente que se eche a llorar después de tanto tiempo de impotencia y de rabia", confiesa Tito para cerrar su discurso.
Uber y Cabify podrían abandonar Barcelona
Según un testimonio recogido por El Confidencial, un directivo de VTC apuntó que de salir adelante esta regulación "estaremos muertos en Cataluña", y anuncian movilizaciones para paralizar el próximo Mobile World Congress con 3.000 coches en las calles de la Ciudad Condal "si las administraciones sólo responden al chantaje".
En la rueda de prensa ofrecida hoy por los representantes de las empresas de VTC han manifestado su desacuerdo con la iniciativa de la Generalitat, asegurando que si la precontratación se hace efectiva, Uber y Cabify dejarán de prestar sus servicios en Barcelona, según ha comentado el portavoz de Élite Taxi Barcelona.
Esta mañana Eduardo Martín, portavoz de Unauto, apuntaba que el factor económico de estas medidas podría suponer un impacto de más de 1.000 millones de euros sólo en Cataluña y ha instado al Govern a replantearse sus medidas y que "no ceda al a presión del sector del taxi, porque podría tener un impacto negativo en más de 3.000 profesionales del sector", por lo que están planteando la posibilidad de reclamar una indemnización.
"Asistimos una vez más al secuestro de Barcelona por parte de la facción más radical del taxi", ha manifestado la asociación que aglutina más del 90% de las licencias VTC en España en un escueto comunicado, tildando las iniciativas de los taxistas de chantaje y boicot en contra del interés general.