El grupo Volkswagen sigue a vueltas con el fraude de las emisiones desde que se destapara el polémico Dieselgate hace ya más de dos años. El último capítulo lo escribe ahora Audi: la marca de los cuatro aros se enfrenta ahora a una nueva investigación por un nuevo software que podría ser ilegal y que afecta a los modelos Audi A6 y Audi A7 con motores diésel TDI V6.
La liebre la ha soltado el diario alemán Der Spiegel y al parecer se trata de un sistema diferente al descubierto en la polémica de las emisiones de los modelos Volkswagen. Tal y como publica Automotive News, la Oficina Federal para Vehículos a Motor (KBA) ha puesto en marcha una investigación oficial ante la sospecha de que los Audi A7 y A6 con propulsor turbodiésel V6 podrían equipar un dispositivo ilícito.
El mencionado software realiza un filtrado de las emisiones mediante tecnología AdBlue dentro del catalizador y se desconecta de forma habitual cuando detecta que éste comienza a terminarse, superando los niveles estipulados por la legislación vigente. Este sistema permite, por tanto, que la potencia de estos modelos no se vea comprometida, pero a costa de que sus emisiones superen los máximos marcados por ley.
60.000 unidades podrían estar afectadas
De confirmarse la ilegalidad de este sistema, el Gobierno alemán llamaría a revisión a cerca de 60.000 unidades entre los Audi A6 y Audi A7 afectados, así al menos lo confirma Automotive News. Esto se traduciría en que la cifra de modelos Audi que han tenido que pasar por el taller a consecuencia del Dieselgate aumentaría hasta las 900.000 unidades.
Por su parte, Audi ha confirmado dichas irregularidades en estos modelos, interrumpiendo la producción de los mismos, así como la comercialización en todos los mercados exceptuando el estadounidense. "Nuestros ingenieros han cometido un grave error, pero no han creado deliberadamente un nuevo software manipulado", ha comentado Rupert Stadler, consejero delegado del fabricante germano.
Por ello, la marca de los cuatro aros mantendrá fuera de los concesionarios a las versiones afectadas hasta que la investigación de la KBA se resuelva. En concreto, el propulsor que está siendo investigado en base a estas irregularidades es el TDI V6 Gen2 evo, calificado como Euro6 y de 268 CV de potencia. Este motor ha sido incorporado en la generación C7 tanto del Audi A6 como del Audi A7. De confirmarse las irregularidades, Audi ya se ha comprometido a ofrecer una actualización del software para subsanar el problema.
¿Más modelos Audi que tendrán que pasar por el taller?
Si este sistema es finalmente declarado fraudulento, otros modelos del Grupo Volkswagen que equipan en sus gamas este motor junto con la tecnología AdBlue podrían verse también perjudicados, como es el caso de los Audi Q5 y A8, así como el Porsche Cayenne, de anterior generación.
Las marcas asociadas al Grupo Volkswagen, lo que incluye a Audi, llevan bastante tiempo bajo lupa. No en vano, la Fiscalía de Múnich registraba el pasado verano las principales instalaciones de la marca. Aunque desde que el Dieselgate cambiara el curso del panorama automovilístico, otras marcas también han estado bajo sospecha, como es el caso de Mercedes-Benz investigada por supuestas modificaciones de software en sus modelos diésel.