La marca automovilística Saab ha recibido autorización del Gobierno de Suecia para vender determinados activos como una forma de recibir liquidez inmediata, algo imprescindible para poder reanudar la producción. Como la compañía fue rescatada, necesita el beneplácito de las autoridades.
Entre los activos que se podrían vender, estarían las fábricas, que pasarían a manos del magnate ruso Vladimir Antonov, para posteriormente alquilarlas a Saab para la fabricación de coches. Quizás no es la mejor idea del mundo, pero es una de las pocas salidas que quedan para este embrollo.
El acuerdo alcanzado permitiría a Saab recibir un chute de 30 millones de euros, con los que podría volver a producir unidades en una semana. Mientras no se pueda pagar a los proveedores, la maquinaria sigue parada, y por lo tanto, no salen coches nuevos. Siempre queda el consuelo de pensar que han estado peor en el pasado.
Fuente | Finanzas.com
En Motorpasión | Saab está parada por falta de liquidez, ¿Y si Saab cambia de dueño?