Allá por el 1 de julio de 1914, los hermanos John y Horace Dodge decidieron fundar una marca de automóviles y tocar las narices a la mismísima Ford. Forma parte del imperio Chrysler desde 1928, y actualmente es una de las marcas del Grupo Fiat Chrysler Automobiles.
A lo largo de su historia, no ha tenido una identidad muy definida. Ha hecho coches para secretarias, para machos de pelo en pecho (_muscle car_), monovolúmenes, para policías, para macarras de los 70, el superdeportivo americano (Viper), _pick-up_, japoneses remarcados, SUV, etc.
La marca ha recibido un nuevo enfoque dentro del plan de producto de cinco años de FCA, y va a volver a concentrarse en el de las prestaciones asequibles, al estilo americano. No competirá con Ford ni Chevrolet, para eso se queda Chrysler. Es un plan no exento de riesgos.
Dentro de ese plan, los Avenger y Caravan morderán el polvo. Están previstas versiones SRT y actualizaciones de los modelos existentes, pero no veremos nombres completamente nuevos. De hecho, la previsión es de vender en 2018 el mismo número de unidades que en 2013 (unas 596.000). Mientras no acabe como Lancia... porque faltó poco.
La marca está desaparecida del continente europeo como tal, tras haberse intentado su introducción en 2004. En Estados Unidos la gama a día de hoy consta de:
- Avenger: berlina media
- Challenger: coupé deportivo
- Charger: berlina grande
- Dart: berlina compacta
- Journey: monovolumen medio
- Caravan: monovolumen grande
- Durango: SUV grande
Y si aceptamos pulpo como animal acuático, está la submarca SRT, que ofrece el 2014 Viper y el 2015 Challenger SRT Hellcat, además de las versiones SRT de 2014 Chrysler 300, 2013 Charger, 2015 Challenger y 2014 Jeep Grand Cherokee. En Europa sobrevive el modelo Journey comercializado como Fiat Freemont.