Decálogo de medidas para estimular el sector del automóvil en España

Ayer empezó la segunda fase del Plan PIVE, PIVE 2013 o PIVE-2. Es una medida que mueve dinero, porque se ingresa más de lo que se gasta. Esta política va en dirección contraria a la Aushteridad(TM) y sirve para generar riqueza, porque no todo en esta vida es recortar.

En Motorpasión queremos aportar nuestro granito de arena, así que me he animado a hacer un decálogo de medidas de estímulo para el automóvil en España. No me refiero al tema de las fábricas, que lo dejo aparte, sino en lo referente a automovilistas, infraestructuras y usuarios de la vía.

Incidiré fundamentalmente en el tema de los impuestos, ya que los automovilistas españoles pagan, tripagan y tetrapagan... para que luego siga sin haber dinero. Lo que hay que hacer es recaudar de forma lógica y coherente y sobre todo, que el ciudadano entienda y pueda justificar hacia dónde se van sus impuestos.

Variación de impuestos en el último año - Fuente: AOP / Minetur

1. Homologar los impuestos al combustible a nivel estatal

Ahora mismo, el IVDMH o "céntimo sanitario" (integrado en el IEH desde el 1 de enero) está provocando desigualdad entre comunidades autónomas. Ese impuesto debe ser suprimido. El IEH lo pagamos todos por igual, en todo caso, suban el IEH. Un combustible más caro ahuyenta a los clientes si pueden conseguirlo más económico saliendo de comunidad autónoma, especialmente en largo recorrido.

España ahora mismo tiene un combustible demasiado caro en relación a nuestro poder adquisitivo, y cada subida lastra nuestra competitividad y estructura de precios. Como en torno a la mitad son impuestos, hay margen de sobra para tocar ahí. Si casi todo va por carretera, esto es de cajón, subir impuestos lastra la economía entera.

2. Incentivar la utilización de vías de peaje

Ahora mismo las autopistas de peaje de titularidad estatal tienen niveles de tráfico de 1997. Hay que atraer clientes, pero para ello, han de ser competitivas. Deben bajar precios, y pasar del 21% de IVA al 10%, ya que cumplen una finalidad de transporte. Si paga más gente un poco menos, recaudarán más.

Por otra parte, me reafirmo en que hay que elevar los límites de velocidad, donde proceda, en este tipo de vías. Por sus características de trazado y menor tráfico (en general) tienen unas condiciones de seguridad muy buenas y animarán a más conductores a utilizarlas. Tampoco tienen que convertirse en barras libres de velocidad.

3. Sí a la ITV, pero que sea razonable, seria y creíble

Los españoles tenemos que cumplir la misma legislación que nuestros colegas europeos, pero no más. Lo que se pueda homologar en Alemania, que se pueda homologar aquí. Además, deben enfocarse más a la seguridad vial, hay cosas mucho menos graves que llevar neumáticos o amortiguadores muy pasados de años o kilómetros.

Hay que eliminar absurdas trabas como las que impiden la conversión a combustibles más ecológicos, o modificaciones que aumentan la seguridad (como frenos más potentes) y que haya inspecciones a los inspectores. Eliminar cualquier sombra de sospecha al buen hacer de las ITV, y que tengan una transparencia absoluta, nada de "si lo hago allí, paso ITV".

4. Eliminar políticas recaudatorias en tráfico, centrarse en la seguridad

Hay que encontrar un sano término medio entre el respeto a las normas de tráfico y el sentido común. Camuflar a agentes tras un arbusto con un radar es un insulto a la dignidad de los cuerpos policiales y de los que les pagamos el sueldo (los contribuyentes). Eso sí, al que genere peligro de verdad, que le pongan firme.

Cuando una norma es entendida por la gente, tendrá más disposición a cumplirla que por simple amenaza a su bolsillo. Algunas infracciones son más un problema de renta que de otra cosa, mientras no supongan puntos, se pueden cometer todas las veces que se quiera. Eso no debería ser así. La vigilancia debe ser visible, es más efectiva todavía, aunque recaude menos.

5. Que los camiones y autobuses extranjeros apoquinen en el mantenimiento de carreteras

Cuando nuestros vehículos pesados viajan por Europa, pagan más impuestos, pagan viñetas y peajes. Como eso supone un agravio comparativo, los camioneros con matrícula extranjera deberían también dejarse sus euros, que nuestras carreteras no se mantienen solas y no están colaborando nada.

También hay que perseguir la competencia desleal de forma mucho más severa, los camioneros sabrán de qué hablo. Esto de ser europeos para lo malo y no para lo bueno no es de recibo. A ver qué permite la legislación europea al respecto...

6. Potenciar la competitividad en taxis y VTC

Se deben efectuar las reformas necesarias para aportar competencia real y liberalización, siempre y cuando se garanticen condiciones laborales dignas y justas para los profesionales implicados. Hay que reconciliar a los clientes con estos servicios, y hacerlos accesibles en vez de prohibitivos.

Por ejemplo, se podrían convertir las licencias en intransferibles para evitar el mercadeo de las mismas, y buscar la forma de tener los coches más en movimiento con pasajeros, ganando menos por cada servicio, pero haciendo más servicios y por lo tanto, generando más beneficio y recaudación de IVA.

7. Información transparente de precios en vías rápidas

Hay que facilitar a los consumidores todo lo posible el acceder al combustible a precios competitivos, con carteles en autopistas y autovías que informen a los clientes. Así podrán elegir dónde repostan y cuándo, y a qué precio, para fomentar más competitividad, y vigilar con extrema dureza que exista dicha competitividad.

No solo eso, se tienen que facilitar la venta de combustible en grandes superficies o centros comerciales. Tampoco tiene mucho sentido que las tiendas de las estaciones de servicio estén siempre llenas de productos carísimos que no merece la pena comprar. Con precios razonables facturarían más.

8. Replantear el impuesto de matriculación y circulación

El planteamiento del dióxido de carbono está caduco y científicamente se coge con pinzas. Los coches deben gravarse en función de la contaminación que producen y en relación al número de plazas. Me parece más razonable bonificar la eficiencia respecto a su clase, y penalizar los desvíos al alza, como hace el IDAE.

También ha de separarse el bonus/malus de los vehículos a gasolina, y sobre todo los de gas, que son mucho más respetuosos con el medio que los Diesel. En cuanto al de circulación (IVTM), si no sirve para mantener las carreteras, que lo erradiquen, son un mero medio de financiar a los ayuntamientos.

9. Limitar ayudas al automóvil en función de la renta

El Plan 2000E, PIVE o COMOSELLAME debe tener en cuenta la necesidad real de los beneficiarios, como ocurre con otras subvenciones o ayudas. Claramente hay casos en los que la ayuda no es necesaria, y no me basta con que luego vía IRPF se recupere una parte. El resto se deja de recaudar si la compra se iba a producir igual.

Limitando la concesión de ayudas, es posible que se resuelvan más peticiones para quien realmente lo necesita. Es más, no estoy de acuerdo en que se puedan entregar coches para el PIVE sin requisito de antigüedad sobre el mismo, desvirtúa el espíritu de las ayudas y distorsiona el mercado de usados.

10. Leasing y renting a particulares, menos coches oficiales

La Administración debe hacer lo posible para hacer más atractiva esta fórmula de adquisición y mantenimiento de turismos para los particulares, pues beneficia a una larga cadena de profesionales y favorece el rejuvenecimiento del parque automovilístico. Ahora casi solo sale a cuenta a profesionales y autónomos.

Dado que el coche también es una herramienta de trabajo para millones de españoles, aunque se ganen los garbanzos de otra forma, hay que fomentarlo también en asalariados. En cuanto a coches oficiales, menos, cero privilegios y que los beneficiarios colaboren en su mantenimiento de forma razonable, nada de gratis total.

¿Qué os parecen estas medidas? ¿Proponéis otras? Debatamos.

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