El Cruise Origin es el primer coche de conducción autónoma de General Motors previsto para una fabricación en serie

El coche de conducción autónoma total se hará realidad, es inevitable. Y es que una buena parte de la industria trabaja para que eso ocurra. Simplemente, al principio es probable que no sea en un coche particular, a pesar de lo que digan todos los fabricantes. Y el primer paso hacia esa realidad no lo ha dado ni Tesla ni ninguna otra start-up independiente, lo ha dado Cruise, una filial de la General Motors, al desvelar el Origin.

El Cruise Origin es el primer vehículo eléctrico, totalmente autónomo y sin conductor, tampoco equipa lleva pedales o volante. Y decimos vehículo porque la propia Cruise no llama coche a ese bloque con ruedas. Pero tampoco es un autobus, con su ruta programada, con horarios o itinerarios.

El Cruise Origin es un servicio similar al taxi o a Uber en el que el Cruise está disponible las 24 horas de los siete días de la semana. El cliente llama a un Cruise vía una app en el móvil y éste lo recoge y lo lleva a donde quiera, siempre y cuando sea en la zona en la que da servicio.

Esa zona debería ser inicialmente San Francisco, ya que fue en sus calles en las que Cruise probó los sistemas. Aunque por otra parte, Cruise asegura que podría teóricamente desplazarse en y a cualquier parte de los Estados Unidos sin incidentes.

El Cruise Origin tiene el tamaño de un SUV grande (aunque no han facilitado las dimensiones exactas) y espacio para seis personas. Las seis plazas están en vis a vis y se accede al habitáculo vía puertas corredizas, más seguras para los ciclistas.

Todavía quedan muchas incógnitas por despejar

El fabricante tampoco ha dado detalles acerca de su tecnología, incluso la más básica. Así, todavía no sabemos qué tipo de batería y capacidad equipa, qué motor o motores equipa y aún menos qué autonomía puede tener el Origin.

Tampoco se ha explicado qué tecnología de conducción autónoma usa, aunque sabemos que utiliza cámaras, radares articulados, LIDAR y radares de largo y corto alcance para crear una imagen de lo que sucede alrededor del vehículo. Lo que sí se ha confirmado es que no habrá una persona que pueda controlar el Origin de forma remota en caso de incidencia.

En cambio, en Cruise aseguran que las redundancias del sistema -sin explicar cuales- impiden los posibles fallos. Lo que sí habrá, por otra parte, es un sistema de vigilancia en vivo en la sala de control de la flota de la compañía.

A pesar de el secretismo que rodea las especificaciones de servicio de taxi autónomo, Dan Amman, CEO de Cruise, asegura que el Origin está listo para ser fabricado en serie, recalcando así que no se trata de un concept o un simple estudio. Y añade que sería un modelo muy duradero, con una esperanza de vida útil de un millón de millas (1,6 millones de km). Por esa razón podría suponer un ahorro de 5.000 dólares al año de media para una “familia media de San Francisco”. Pero la compañía tampoco explica como ha llegado a esa suma ni qué es para ella una “familia media de San Francisco”.

Aunque General Motors compró Cruise en 2016, la compañía californiana recibió importantes inversiones de Honda y del fondo de inversión T. Rowe Price Associates. Y a pesar de haber anunciado que el primer coche se fabricaría en 2019, la realidad es que Crusie lleva algo de retraso.

Hasta ahora la firma estuvo probando sus sistemas de conducción autónoma usando Chevrolet Bolt, ya que las leyes californianas obligan a Cruise que haya un conductor en el vehículo si se van a realizar pruebas en carretera abierta. Otras compañías, como Waymo, ya han obtenido las autorizaciones para realizar las pruebas sin conductor.

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