Tradicionalmente un concesionario es una exposición preferiblemente amplia, estéticamente atractiva, con mucha luz y, rizando el rizo, con una arquitectura llamativa. Se trata de atraer a posible clientes y dar sensación de calidad. Pues Tesla se desmarca con concesionarios desmontables o portátiles. Así es, te puedes comprar un lujoso Tesla en una especie de caseta prefabricada.
No parece muy glamouroso, pero desde luego se sale de lo convencional. Tesla ha instalado varios de estos concesionarios en diferentes estados de EE.UU.(allí está prohibida la venta directa) para tener un contacto más directo con los clientes. ¿Será una fórmula correcta? ¿Podría ampliarse por el resto del mundo? Desde luego los costes son reducidos, habrá que ver los resultados.
Vía y foto | El Mundo