Barcelona, que tiene en el horno su propio Madrid Central, ha vivido una ola de calor histórica durante cinco días y está además en alerta ante los altos niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂), un gas tóxico e irritante. El departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ha declarado un episodio por alta contaminación por micropartículas PM10 (de diámetro inferior a 10 micras) en toda Cataluña.
Como consecuencia, el tráfico podría verse restringido durante el jueves y el viernes en Barcelona y su área metropolitana.
Una estabilidad atmosférica que no ayuda
Según expone la resolución del departamento de Territorio, desde el día 24 de junio la media diaria de los niveles de PM10 ha superado el valor de 50 µg/m³ (concentraciones de PM expresadas en microgramos) en diversos puntos de medición y la previsión a 24 horas indica que estos niveles se mantendrán elevados e incluso podrían superar esos 50 µg/m³.
Declarem episodi per alta #contaminació per partícules a tot Catalunya i mantenim l'avís preventiu per NO2 https://t.co/GbrydAVUsv #contaminació #airenetcat #qualitataire @mediambientcat pic.twitter.com/jYGJY4PgKG
— Territori (@territoricat) 1 de julio de 2019
Ante esta situación, tanto el Ayuntamiento de Barcelona como otros del área metropolitana de la capital como Baladona, Santa Coloma de Gramenet o L’Hospitalet de Llobregat, podrían verse obligados a restringir el tráfico el jueves y el viernes dentro del perímetro de estos municipios.
Y si no hay lluvias ni vientos que lo dispersen, el NO₂ se queda encima de las áreas industriales y las ciudades de alrededor. Lo mismo ocurre con las partículas; cuando no llueve durante mucho tiempo o no hay suficiente ventilación para dispersarlas, estas quedan atrapadas y se acumulan en los primeros 300 a 400 metros de la atmósfera.
A pesar de que Barcelona y su área ametropolitana llevan una década incumpliendo la directiva europea de calidad del aire (al igual que Madrid), será la primera vez que haya restricciones de tráfico a este nivel.
Desde el departamento de Territorio han ofrecido algunas recomendaciones para mejorar la calidad del aire, como evitar los desplazamientos innecesarios en transporte privado, hacer viajes compartidos, utilizar el transporte público y medios alternativos como la bicicleta o no dejar el motor del coche al ralentí.
Una vez en casa, se recomienda hacer un buen uso del sistema de climatización, utilizar bombillas de bajo consumo así como realizar periódicamente el mantenimiento de las calderas.
Pero además de la ola de calor histórica que está sufriendo Cataluña, la ciudad tiene el triste honor de contar con el puerto más contaminado de Europa por óxidos de azufre debido a la incesante actividad de cruceros y ferris.
Para ponernos en contexto, NO₂ es un contaminante atmosférico cuyo origen se encuentra en el tráfico rodado, las emisiones de determinadas industrias y las calefacciones y su presencia en el aire contribuye a la formación y modificación de otros contaminantes atmosféricos así como de la lluvia ácida.
Niveles elevados de NO₂ pueden irritar los pulmones, los ojos y la garganta, disminuir la función pulmonar y reducir la resistencia a infecciones respiratorias. También provoca bronquitis aguda, asma y se considera el culpable de los procesos alérgicos, sobre todo en niños.
Como un Madrid Central en Barcelona, pero que no funciona los fines de semana
Barcelona está preparando la redacción de la ordenanza que regulará su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), y que entrará en vigor, previsiblemente, el 1 de enero de 2020.
Esta zona de restricciones funcionará de forma permanente en horario laboral de lunes a viernes, de 7:00 a 20:00 horas y afectará a los vehículos más contaminantes: los que no tienen derecho a etiqueta medioambiental. Según el Ayuntamiento afectará al 7 % del parque circulante.
La ZBE tiene una superficie de 95 km² e incluye Barcelona y ámbitos de los municipios circundantes a las rondas de Sant Adrià del Besòs, L'Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat.
Falta saber si, con una década de incumplimientos de la normativa del aire a sus espaldas, Barcelona podrá cumplir con los objetivos de emisiones con un plan que da vía libre los sábados y los domingos.