Solo un mes después de que Uber y Cabify anunciaran que no operarían más en Barcelona, Cabify ha comunicado que reanudará sus servicios en la Capital Condal mañana. La empresa española asegura que ha adaptado su modelo de negocio a los nuevos requisitos introducidos por la normativa sobre el sector VTC aprobada por la Generalitat, "asumiendo para ello una serie de costes que no tiene el deber jurídico de soportar".
De inicio, trabajará con una flota cercana a 300 coches con licencia VTC y aceptará que sus trayectos se contraten con 15 minutos de antelación.
"Este nuevo modelo implica renunciar a la operativa general de Cabify"
Esta nueva fase inicial con solo 300 vehículos en la flota, "puede dar lugar a alguna demora superior a lo deseable en altas horas de demanda", según la empresa, que ha explicado que los usuarios deberán aceptar unas nuevas condiciones de contratación acordes a la distinta naturaleza del servicio que Cabify presta ahora en Cataluña.
La marcha de las dos empresas de alquiler de coches con conductor se produjo a raíz de la aprobación por parte del Ejecutivo catalán de un decreto ley que obliga a precontratar con 15 minutos de antelación los servicios de los VTC.
La nueva regulación que quiere implantar la Generalitat significa nuestra expulsión de Barcelona para satisfacer al sector más radical del taxi, provocando más paro y menos libertad. Hemos ofrecido soluciones donde cabemos todos pero se nos ha ignorado 👇 https://t.co/9a5UdTCppk
— Cabify España (@cabify_espana) 28 de enero de 2019
Y es que según Cabify, el 98,5 % de los viajes gestionados a través de su app están por debajo del cuarto de hora de espera. Aunque la empresa no ha especificado detalles acerca de su nuevo modelo de negocio, queda claro que deberán prestar sus servicios con 15 minutos de antelación.
Además el usuario no podrá geolocalizar los vehículos en la app antes de contratarlos y toda la flota en circulación deberá facilitar los detalles de sus trayectos a un registro central del Departamento de Territorio y Sostenibilidad.
"Este nuevo modelo implica renunciar a la operativa general de Cabify de gestión del servicio como agencia de viajes, que no impone al usuario restricción alguna al tiempo de precontratación previo", afirma la empresa en su comunicado.
A pesar de dar su brazo a torcer, la compañía ha apuntado que "esta decisión, que no implica la conformidad de la compañía con la nueva normativa de la Generalitat (que sigue considerando desproporcionada y contraria a Derecho) responde al compromiso de Cabify con la ciudad, sus usuarios, sus empleados, colaboradores conductores y con toda su red de empresas asociadas que también trabajan en favor del desarrollo de la economía digital y la movilidad sostenible en Catalunya y en España".