El conflicto entre Israel y Hamás en Palestina ya salpica a la producción de coches en Europa: el bloqueo en el Mar Rojo está obligando a desviar los barcos de transporte en un trayecto mucho más largo y caro. Esto se provocando la escasez en el suministro de componentes, en especial para coches eléctricos.
Así, tanto Tesla como Volvo ya han anunciado paros de producción en fábricas europeas en los próximos días y por varias semanas. Aunque es probable que haya más paros si continúa el bloqueo. Y podría afectar a más marcas de coches. Este bloqueo se suma a las limitaciones de paso en el Canal de Panamá, que continúa poniendo en jaque el comercio mundial.
Sin poder pasar por el Canal de Suez, son 10 días más de viaje
Una nueva crisis amenaza la cadena de suministro cuando aún seguimos recuperándonos de la derivada de la pandemia, que ha traído retrasos en entregas de los coches durante más dos años. Desde hace varias semanas el estrecho de Bab al-Mandeb que da acceso al Mar Rojo desde el Oceano Índico ha dejado de ser un paso libre para los barcos. Es la ruta más directa desde Asia a Europa.
Los ataques de militantes hutíes respaldados por Irán, en apoyo al cerco de Israel en la franja de Gaza (Palestina), han interrumpido esta habitual ruta y que acoge el 10 % de transporte de mercancías a nivel mundial.
Como alternativa los buques están tomando la ruta del Cabo de Buena Esperanza, lo que supone rodear todo el continente africano y unos 10 días adicionales de trayecto.
Por ejemplo en un trayecto entre Singapur y el puerto de Rotterdam (Países Bajos) pasa a suponer 36 días en vez de 26 días, que es lo que se tarda atravesando el Mar Rojo y el Canal de Suez. También supone mucho más gasto de combustible: según los analistas cerca de un millón de dólares más en carburante. Y esto sumado a la inflación es otra piedra más en un escenario en el que los coches no dejan de subir de precio.
Tesla y Volvo: cierre de fábricas de hasta dos semanas. De momento ya hay dos marcas que han anunciado que van a parar la producción de coches en sus fábricas. La primera, Tesla: su planta europea estará cerrada dos semanas entre el 29 de enero y el 11 de febrero.
Dan como argumento la mencionada ruta más larga a la que ahora se enfrentan los barcos de mercancías. La marca ha trasladado en un comunicado que los tiempos más elevados están ocasionando "una brecha en las cadenas de suministro" que afecta directamente a su planta de Gruenheide, a las afueras de Berlín.
Esta factoría da salida al Tesla Model Y, el coche eléctrico más vendido en España y en Europa. Tesla no ha detallado qué componentes son los que no están llegando a tiempo.
Por su parte, Volvo (propiedad de la china Geely) parará esta semana su fábrica de Gante en Bélgica por el desvío de los barcos: lo hará durante tres días, de momento. En su caso porque las cajas de cambio no están llegando a tiempo. En esta planta belga se ensamblan los Volvo XC40 y C40 eléctricos. Y también allí se producirá el EX30, su SUV eléctrico más barato, uno de los más esperados de su gama.
Sin problema para otras marcas de coches, de momento. En lo que toca a otros fabricantes de automóviles, por ejemplo Stellantis está optando por realizar envíos por avión en vez de por barco salvando así el bloqueo. Y aseguran que, de momento, esto no ha afectado a la producción de sus coches.
Tampoco las del Grupo Volkswagen, que estiman que este bloqueo en el Mar Rojo no tendrá un gran impacto en la fabricación de los automóviles de sus marcas: la propia Volkswagen, pero también SEAT, Skoda, Audi o Porsche.
E idéntica postura mantienen BMW o Renault: portavoces de ambas firmas declararon el viernes pasado que su producción no se está viendo afectada según recoge Reuters.
En este sentido los más afectados son los coches eléctricos ya que el 67 % de los componentes para baterías eléctricas se importan de Asia. También más de dos tercios de las baterías llegan desde ese continente. Si se mantiene el bloqueo sí que podría comenzar a afectar a más marcas, aunque su volumen de eléctricos sea menor que los de Tesla o Volvo.
Los ataques en el Mar Rojo han aumentado en el último mes en un 500 % a base de drones y misiles. Y la respuesta de EE.UU y Reino Unido ya se está haciendo notar en esta zona y contra Yemen. La escalada de tensión es cada vez mayor.