Nos guste más o menos, el proceso de compra de un coche no es algo sencillo para la mayoría de los mortales. Se trata de una operación que suele traer aparejada cierta complejidad, miedos, desconfianza y en ocasiones, múltiples quebraderos de cabeza. Con el objetivo de simplificar el proceso aplicando fórmulas de éxito traídas de otros mercados digitalmente más avanzados que el nuestro, nació Clicars.
Ese es el nombre de la empresa que han creado Pablo Fernández y Carlos Rivera, dos jóvenes ex-directivos internacionales de la banca y el automóvil que en menos de un año, han conseguido facturar más de un millón de euros y tener más de 150 compradores y vendedores. ¿Cuál es su secreto? Hay varios y te los contamos.
Lo primero que hay que destacar de Clicars es que el proceso de venta de un coche se simplifica tanto que el vendedor no tiene ni que moverse de casa. Una tasación preliminar gratuita y a continuación un certificador de Clicars irá allí donde esté el cliente para revisar el coche en persona.
Si el coche es de "buena mano", como le llaman a los coches que cumplen con sus criterios (coches con pocos años y pocos kilómetros, sin accidentes graves y con historial de mantenimiento completo y al día son sus preferidos), Clicars realiza el pago en el acto y se encarga de los trámites administrativos. Es una forma fácil de deshacerse del coche sin quebraderos de cabeza.
En caso de que quieras comprar coche, este habrá pasado por la certificación de más de 230 puntos del vehículo y contará con un año de Garantía Premium y posibilidad de devolución en 7 días o 1.000 kilómetros. Además, el cliente puede probar el coche antes de comprarlo, o recibirlo directamente en su domicilio si lo desea.
Todo parece sencillo, y si realmente eso es todo lo que hay que hacer para vender o comprar un coche a través de Clicars, realmente lo es. A través de estos pasos de simplifican los procesos de compra venta y se elimina el área administrativa a los clientes. Dicen que el 95% de sus clientes han valorado el servicio con cinco estrellas a través de la plataforma digital en la que se realiza todo.
Por ahora han facturado más de un millón de euros. ¿Conseguirán que la fórmula que funciona en Estados Unidos sea también la que triunfe en un mercado digitalmente menos maduro como el español? El tiempo lo dirá, pero el inicio no está siendo precisamente malo.
