A partir del 1 de enero de 2020 Madrid Central experimentará algunas modificaciones que afectarán principalmente a los vehículos sin distintivo medioambiental. Una gran parte estaban contempladas en la ordenanza de Movilidad Sostenible aprobada por el anterior gobierno municipal, mientras que otras medidas han sido añadidas vía decreto por el actual alcalde José Luis Martínez-Almeida.
Por un lado, aumentan restricciones en el perímetro de Madrid Central para los vehículos más contaminantes (sin etiqueta), las cuales disfrutaban de una moratoria de un año que ahora llega a su fin. Los mismos no podrán acceder a la zona de bajas emisiones, ni siquiera por invitación de residentes, ni aparcar en las zonas de estacionamiento regulado (SER), aparcamientos públicos o garajes privados. Aunque siguen contemplándose excepciones.
Esto incluye además a vehículos de transporte ligero y que prestan servicios, y que el actual gobierno estaba valorando ampliar su moratoria un año más. Pero, finalmente, a todos aquellos sin etiqueta les queda vetado el acceso a Madrid Central.
Por otra parte, en el decreto aprobado la semana pasada, el consistorio finalmente sólo ha incluido la liberación de dos calles del distrito centro, además de permitir el acceso a aquellas familias cuyos hijos acuden a centros docentes dentro del perímetro de Madrid Central y ampliar el horario de las motocicletas de tipo B y C que prestan servicios de reparto.
La calle que más multa de Madrid Central, ahora es de libre circulación
Desde el 1 de enero de 2020 dos calles incluidas dentro de la zona de baja de emisiones dejarán de limitar la circulación. Se trata de Mártires de Alcalá y Seminario de Nobles, dos pequeñas vías que unen las calles de Princesa y Alberto Aguilera.
La primera, que ya contaba con un tramo de libre circulación entre la esquina con Santa Cruz de Marcenado y su desembocadura en Alberto Aguilera, elimina las restricciones en su totalidad. Se trataba de la calle que más multas registraba de la zona de bajas emisiones (agluitinaba un 21 % de las mismas), con más de 1.300 sanciones impuestas hasta el pasado mes de septiembre desde que se comenzara a multar por acceso indebido.
La segunda, es una pequeña bocacalle que une Princesa con la propia Mártires de Alcalá. Queda así abierto un nuevo acceso desde esta calle a Alberto Aguilera con el objetivo, según Martínez-Almeida y como recoge ABC, de "disminuir la congestión del tráfico en esta zona", además de "evitar confusiones" que han propiciado un elevado número de sanciones en dicho punto de Madrid Central.
Según publica eldiario.es, el consistorio justifica esta medida apoyándose en un informe de la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental donde se aseguraba que el cierre parcial de la calle Mártires de Alcalá generaba un mayor tráfico en los alrededores. "Es un tramo de 100 metros que mejorará la circulación porque no se producirán los atascos ni tener que dar la vuelta hasta poder girar por Alberto Aguilera", ha explicado el acalde.
Permiso ampliado para padres y motos
En el texto aprobado el pasado jueves también se incluyen dos modificaciones que había anunciado el actual gobierno municipal. La primera, demandada por ciudadanos con hijos escolarizados en escuelas y centros docentes dentro de Madrid Central, permitirá a los mismos el acceso. A partir del 1 de enero podrán entrar y circular en la zona para recoger o llevar a sus hijos, al menos durante un año más, hasta el 31 de diciembre de 2020.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid también 'abre la mano' a las motocicletas de mensajería y transporte con etiqueta B y C, cuyo horario queda ampliado hasta medianoche: de 7:00 a 00:00 en vez de hasta las 22:00 como exigía la normativa hasta ahora. No obstante, aquellas motos sin etiqueta seguirán sin poder acceder al perímetro de Madrid Central.
Más restricciones para vehículos sin etiqueta, excepto residentes
La ordenanza municipal aprobada por el anterior gobierno contemplaba una moratoria para los vehículos más contaminantes que ahora finaliza, a excepción de residentes y personas de movilidad reducida.
De esta manera, automóviles y demás vehículos sin etiqueta, calificados como A (los gasolina Euro 3 y los diésel Euro 4), no podrán acceder a la almendra central ni aparcar en ella, ya sea en las zonas de estacionamiento regulado (excepto en la zona donde están empadronados), así como en aparcamientos públicos o garajes privados. También desaparece la posibilidad de gestionar invitaciones para aquellos vehículos que no dispongan de distintivo.
De igual manera, la restricciones también afectarán ahora a vehículos de transporte y de servicio con una masa máxima autorizada de hasta 3.500 kilos sin distintivo. Así, desde el 1 de enero no sólo no podrán acceder a Madrid Central transportistas con industriales ligeros: tampoco ambulancias, fuerzas de seguridad, bomberos, protección civil, grúas, otros vehículos de servicio de emergencia.
Además, la restricciones también afecta a aquellos que prestan servicios en los suministros de agua, electricidad, gas o telecomunicaciones, así como los que recogen y entregan medicamentos. Por el contrario, vehículos de entre 3.500 y 18.000 de masa máxima autorizada sin etiqueta sí podrán prestando servicios dentro de Madrid Central durante los próximos dos años, hasta el 31 de diciembre de 2022.
El consistorio estaba estudiando ampliar la moratoria de los industriales ligeros un año más, pero finalmente no lo ha incluido dentro del decreto aprobado la semana pasada. Las quejas de Madrid Sostenible (anteriormente plataforma de afectados por Madrid Central) no se han hecho esperar: los mismos señalan que afectará negativamente al centro de la capital española y aseguran que el 80% que prestan servicios de transporte se verán afectadas por la restricción.
Por último, tal y como estipula la normativa, la moratoria también finaliza para los automóviles y vehículos de autoescuela tipificados como B, que a partir de enero de 2020 no podrán acceder ni circular en el distrito centro.
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