En el precio final de la gasolina y el diésel intervienen factores como el coste de la materia prima, los impuestos, etc. Pero en un mercado tan volátil también es determinante la ley de la oferta y la demanda. Ahora que los principales productores a nivel mundial han decidido recortar la producción de petróleo, se avecinan cambios.
Y es que, con Arabia Saudí a la cabeza, la OPEP+ ha comunicado que a partir del próximo mes de mayo llevará a cabo un recorte voluntario en la producción de crudo de 1,66 millones de barriles diarios que podría extenderse hasta finales de año.
Un recorte que cuenta con el apoyo de Rusia
La inesperada decisión de la OPEP+ llega sólo unos meses después del recorte histórico de dos millones de barriles de crudo diario y las últimas sanciones a Rusia, que entonces, no tuvieron los efectos esperados.
Con los mecanismos necesarios para no permitir que el mercado del petróleo siga a la baja, ahora el cartel mueve ficha con el objetivo de impulsar los precios. Aunque la OPEP y sus socios dicen que este nuevo recorte se produce “por la estabilidad del mercado petrolífero”.
Según el comunicado, el productor que más recortará su producción será Arabia Saudí, con un tijeretazo de 500.000 barriles de crudo al día. El segundo será Irak, con 211.000 y el tercero Emiratos Árabes Unidos con 144.000 barriles diarios menos. Kuwait contribuye con 128.000 y Kazajistán con 78.000, además de los anunciados por Argelia, Omán o Gabón.
Como muestra de que la cooperación entre estos países y el Kremlin sigue siendo fuerte, también Rusia se sumará a este recorte con 500.000 barriles diarios menos también hasta finales de año, tal y como avisó el pasado mes de febrero que haría, tras el tope a los precios que le impuso Occidente en una nueva batería de sanciones por la invasión a Ucrania.
Por el momento, el anuncio ya ha provocado un encarecimiento del petróleo y el precio del barril de Brent subía a principios de semana un 8 % hasta situarse hoy en torno a los 85 euros, y con una clara tendencia al alza.
Mientras tanto, uno de los principales demandantes a nivel global, China, ha empezado a reactivarse, y aunque lo está haciendo de forma incierta, la Agencia Internacional de la Energía (IEA), estima que su reactivación llevará la demanda de oro negro hasta un histórico 101,7 millones de barriles diarios este año. De ser así, el cártel se saldrá con la suya.
Por el momento habrá que esperar a ver cómo se traducen estos movimientos en los surtidores, por el denominado “efecto cohete”. Y es que cuando sube el coste de la materia prima en momentos de incertidumbre, se transmite rápidamente al precio minorista aunque no hayan comprado aún el petróleo a precios altos. La factura final, la pagamos los consumidores.
Las previsiones más pesimistas apuntan a que, de cara al verano, el precio del crudo podría volver a la senda de los 100 dólares el Barril, haciendo así que el fantasma de una nueva recesión vuelva a sobrevolar nuestras cabezas.