Hasta ahora, y según explica Anfac, el Plan PIVE ha supuesto un movimiento de 6.000 millones de euros en la economía de España, además de una recaudación en impuestos que supera los 2.000 millones de euros. Por este motivo, y porque es de sobras conocido el efecto dinamizador que tiene esta ayuda sobre el sector Automoción, el anuncio de la sexta fase del Plan PIVE ha sido acogido con entusiasmo por los fabricantes de automóviles.
Entre las razones para esa reacción está el crecimiento en fabricación que, tal y como comentamos días atrás, supera el 12 % interanual desde que comenzó el año, mientras que el Índice de Producción Industrial, que indica la actividad productiva de las empresas, crece un 11 %. Estas cifras se traducen, según la Encuesta Activa de Población, en 6.000 nuevos empleos y en un crecimiento del 25 % en operaciones para el sector de componentes.
Por otra parte, desde Anfac destacan que la renovación del parque de automóviles repercute en una mayor seguridad y en unas menores cifras de consumo de carburantes. Sumando los números de las cinco ediciones previas del Plan PIVE, Anfac estima en 272 millones de litros, unos 380 millones de euros, el ahorro potencial conseguido con la incorporación de los vehículos subvencionados.