2020 será el año de los coches eléctricos e híbridos enchufables con hasta 148 modelos en el mercado. Y es solo el principio
En Europa, los coches eléctricos todavían no inundan el mercado, aunque hay signos alentadores. Las razones son múltiples y van desde el precio elevado de la mayoría de los modelos hasta una falta de infraestructuras en las ciudades (no todos los automovilistas en las ciudades europeas tienen una plaza de parking a disposición para cargar el coche) pasando por la falta de oferta en el mercado. Si eres de los que piensa que la falta de oferta es la razón por la que no se venden más coches eléctricos, todo cambiará en 2020. Habrá hasta 48 modelos de coches eléctricos en el mercado y un centenar de híbridos enchufables o PHEV.
El número de modelos de coches eléctricos en venta en el mercado europeo era de 18 en 2018 y este año alcanzará los 24 gracias a la llegada de nuevos modelos, como el Audi e-tron, Tesla Model 3, Mercedes-Benz EQC, MINI EV o Volvo XC40, según explican los analistas de LMC Automotive a Automotive News.
Cabe destacar que los analistas han deliberadamente dejado fuera de su estudio a los modelos de nicho, como puede ser un Rimac. Sin embargo, el gran salto cuantitativo se hará en 2020 cuando el número de modelos eléctricos disponibles en el mercado alcanzará los 48, mientras que el de los PHEV rozaría el centenar de propuestas.
Todos los grandes fabricantes se preparan para tener en el mercado para 2020 entre uno y varios coches eléctricos en sus gamas. No es ninguna coincidencia pues en 2021 los fabricantes deberán lograr que la media de emisiones de CO₂ de los coches que efectivamente vendan no supere los 95 g/km de CO₂, siendo 2020 un año de transición en el que “solo” el 95 % de los coches vendidos deberá estar por debajo de los 95 g/km.
El coche eléctrico como solución para lograr una media de 95g/km de CO₂
A los fabricantes no le queda otra, por tanto, que apostar por la electrificación de sus gamas. Y es que 95 g/km de CO₂ para un turismo supone un consumo medio de 4,1 l/100 km en un gasolina y 3,5 l/100 km en un diésel. A menos de un espectacular avance tecnológico del motor de combustión interna, es un objetivo que solo se puede conseguir con una electrificación consecuente del coche, es decir, 100 % eléctrico o híbrido enchufable.
Esa necesidad hace que casi todas las marcas del grupo VAG vayan a tener al menos un coche eléctrico en sus gamas basados en la plataforma MEB de Volkswagen. Además del compacto I.D. y del SUV I.D. Crozz, Skoda y SEAT tendrán el suyo.
En las marcas premium la ofensiva será aún más potente. Audi, que ya tiene el e-tron en el mercado, lanzará un e-tron Sportback, un modelo derivado del e-tron GT que compartirá plataforma con el Porsche Taycan. Porsche, por su parte, dispondrá además del Taycan Cross Turismo y del Macan eléctrico cuando llegue la nueva generación, en 2021. Incluso Bentley se apunta al movimiento con un Bentayga PHEV.
Entre los generalistas, el grupo PSA es uno de los que más titulares ha acaparado recientemente. “Solo tenemos un objetivo, cumplir con las emisiones de CO₂ de 2020”, explica Maxime Picat, director de operaciones para Europa de PSA. Así, Peugeot lanzará al mercado para 2020 los Peugeot 508 y 3008 PHEV, así como el Opel Grandland X. En cuanto a eléctricos 100 %, los Peugeot 208e, Opel Corsa y DS 3 Crossback eléctricos.
¿Qué ocurre si un grupo o un fabricante no cumplen con la media prevista? Se les aplicará una multa de 95 euros por g/km por coche vendido que supere el límite establecido. Vamos, que la factura final para un fabricante generalista puede ser muy muy cara, como lo prevé Mazda.
Por cierto, los fabricantes que producen menos de 10.000 coches al año solo deben cumplir con el objetivo de reducir sus emisiones en una proporción que hayan propuesto a la Comisión Europea y que ésta haya dado el visto bueno si no quieren o pueden unirse a un grupo grande, mientras que los que fabriquen menos de 1.000 coches al año están exentos.
Esto es solo el principio
Se podría pensar que los fabricantes pueden calcular el coste de la multa y reflejarlo en el precio de los coches y que al final pague el consumidor, sobre todo en los modelos más potentes y prestigiosos. Sin embargo, dudo que a medio o largo plazo sea una solución viable ya que el objetivo de los 95 g/km es para 2021, pero es que en 2030 los fabricantes deberán reducir las emisiones de CO₂ en un 37,5 % sobre la base de 2021. Es decir, menos de 60 g/km (59,375 g/km). Una media de 60 g/km equivale a un consumo medio en gasolina de 2,6 l/100 km y en diésel a 2,2 l/100 km.
Llegados a ese punto sí que no hay milagros. El coche eléctrico, ya sea 100 % eléctrico, PHEV con gran autonomía o eléctrico de autonomía extendida, se impondrá. La verdadera cuestión entonces es saber si el automóvil de 2030 seguirá siendo tan popular como en la actualidad o si será algo reservado para las familias con mayor poder adquisitivo.
El coste de las baterías y de sus materias primas influyen mucho en el precio final. Además, que sean coches para las familias de clase media alta también tendrá consecuencias en términos de empleo (a menor mercado, menor necesidad de producir en gradnes cantidades), de reconversión de la industria y de movilidad individual (auge del car sharing, taxis o VTC con coches autónomos, patinetes eléctricos en todas las esquinas, etc).
