Honda ha acordado pagar 81,6 millones de euros para zanjar, en Estados Unidos, un litigio relacionado con el complicado caso de los airbags Takata. El fabricante nipón estaba siendo investigado por no haber informado, presuntamente, a reguladores y consumidores sobre un posible fallo en el sistema de airbags de Takata en algunos de sus vehículos.
Al menos 29 personas han muerto en todo el mundo después de que las bolsas de aire entraran en funcionamiento y se rompieran, fragmentándose en pequeños trozos metálicos a modo de metralla.
Honda defiende su inocencia
La demanda proviene de fiscales generales en 46 estados, tres territorios de Estados Unidos y Washington DC. Hasta la fecha, Honda ha retirado del mercado casi 13 millones de vehículos Honda y Acura equipados con airbags defectusosos.
En el acuerdo, American Honda Motor y Honda of America acordaron actualizar los procedimientos de seguridad de sus productos relacionados con los airbags frontales, incluso para reducir el riesgo de que sus infladores se rompan.
"Este acuerdo con Honda deja claro que las empresas, grandes y pequeñas, enfrentarán graves consecuencias cuando coloquen las ganancias por encima de la protección de la seguridad de sus clientes", dijo ayer el fiscal general de Washington, DC, Karl Racine, en declaraciones recogidas por la CBS.
Takata, que se declaró culpable en 2017 de cargos de fraude criminal federal por engañar a Honda y otros fabricantes, se declaró en bancarrota ese mismo año, y desde entonces Honda ha intentado desvincularse del escándalo, alegando que no tenía conocimiento del problema.
29 muertes y 320 lesiones
19 fabricantes de automóviles y camiones han iniciado la retirada de al menos 100 millones de estos airbags en todo el mundo, de modelos Honda, Acura, Ford, Toyota, Audi, Mitsubishi o Mazda.
La primera muerte tuvo lugar en 2009, y desde entonces se han producido al menos 29 fallecimientos a nivel global y 320 lesiones a causa de este dispositivo.
El problema: cuando expulsa metralla
Se cree que un sello defectuoso en el airbag causa el problema. Si no está sellado correctamente, la humedad puede penetrar en el propulsor utilizado para inflar la bolsa de aire y provocar un mal funcionamiento.
Esto podría hacer que la bolsa de aire se despliegue lentamente durante un choque, lo que significa que no protegerá al ocupante. También puede ocurrir lo contrario, que ha sido lo más común.
Ciertos tipos de airbags fabricados por Takata Corporation utilizan un químico llamado nitrato de amonio estabilizado en fase (PSAN) como propulsor. Las investigaciones han concluido que los airbags Takata sin desecante o con desecante de sulfato de calcio tienen un defecto de diseño.
Debido al defecto, a medida que el airbag envejece y se expone a altas temperaturas y humedad, el propulsor PSAN queda expuesto a la humedad y se degrada.
Si esto sucede, cuando la bolsa de aire se activa y se despliega (en una colisión), puede desplegarse con demasiada fuerza explosiva, rompiendo la carcasa del inflador de la bolsa de aire de modo que fragmentos metálicos afilados pueden salir disparados y golpear a los ocupantes del vehículo, hiriéndolos o incluso provocando su muerte.
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