Por fin, tras enseñarnos sus mil y un paseos por circuitos de medio mundo y hacernos babear con incontables 'teasers' Honda nos muestra su nuevo Civic Type R, sin sombras ni camuflajes, antes de que llegue en 2023 al mercado europeo. Sin faltar a su tradición, toma la base de la reciente décima generación del Civic para actualizarse a fondo y seguir presentando batalla al resto de compactos deportivos.
Y creemos que lo de actualizarse a fondo está bien traído ya que si bien la marca japonesa todavía no ha soltado prenda sobre sus prestaciones (de verdad de la buena), sí tenemos claro que no han caído en la tentación de realizar experimentos con gaseosa: sigue contando con una rápida transmisión manual y el mismo motor turbo de cuatro cilindros.
Más músculo, pero mucho más definido
Por fuera, el frontal nos confirma lo que intuíamos en el último avance de hace unos días. El reparto de las entradas de aire cambia radicalmente con respecto al anterior Type R, enviando ahora este elemento directamente al intercooler y los radiadores por medio de la dominante toma central en el extremo inferior.
Lo que también se aprecia, y no sólo en la delantera sino en toda la silueta por lo general, es una notable reducción de aristas y perfiles agresivos que, unidos a los ensanches mejor disimulados en la zona de los ejes, compone una figura más 'suave' rematada por las llantas de 19 pulgadas.
Así, haciendo un símil de gimnasio podríamos decir que su antecesor venía de una etapa 'de volumen', mientras que este nuevo modelo ya está 'en definición'.
Pero hay dos puntos que nos recuerdan lo muy en serio que va este Type R, y ambos se encuentran en la parte posterior. El primero, por vistoso, es el alerón que flota a varios centímetros del portón apoyado en dos soportes de aluminio. El segundo es el ya esperado escape triple (con su salida central ligeramente más grande que las laterales), integrado en un difusor sensiblemente más ancho.
Honda justifica este nuevo canon estético con una optimización profunda de la aerodinámica, eliminando todo lo que no permita el paso eficaz de la corriente de aire. Un detalle que, a falta de poder probarlo, estamos seguros de que ha tenido buena influencia en sus récords de Nürburgring y Suzuka.
El interior también se desmarca del Civic estándar, especialmente en los asientos (mucho más deportivos) y la consola central, la cual desecha los botones de la transmisión automática en favor de la palanca de cambio de toda la vida.
También son destacables aquí el volante forrado en piel vuelta, los gráficos del panel de instrumentos que nos retrotraen a los tiempos de Senna o la aplicación Honda LogR, que incluye ahora un entrenador virtual para ayudarnos a mejorar poco a poco nuestros tiempos en el circuito.
Unas tandas que estarán nuevamente acompañadas por un delicioso sonido emanando del propulsor 2.0 turboalimentado que ya conocemos, eso sí debidamente evolucionado. Pero es un 'más de lo mismo' que nos tranquiliza, pues de momento aleja los rumores de hibridación que venían rondando desde sus primeras imágenes.
Sea como fuere ya queda menos para que el Honda Civic Type R aterrice en los concesionarios españoles. Cinco serán los colores a elegir, entre ellos el 'Racing Blue' que han popularizado las últimas iteraciones. Y por supuesto para los puristas no faltará el legendario 'Championship White', presente en la saga desde su comienzo.