Marruecos acaba de encontrar un tesoro en una zona muy próxima a las Islas Canarias: un yacimiento de petróleo con una capacidad potencial de extracción equivalente a 1.000 millones de barriles valorado en miles de millones de euros. Así lo ha anunciado la compañía británica Europa Oil & Gas, encargada de realizar las exploraciones.
Tras este hallazgo en la zona de Inezgane, Rabat prevé la perforación de dos pozos más: uno frente a las costas de Lanzarote y otro frente a Fuerteventura, justo en el límite con aguas españolas. Este nuevo proyecto se hará a través de las empresas ENI y Qatar Petroleum.
El oro negro que España no podrá explotar
El reciente descubrimiento de Europa Oil & Gas ha tenido lugar 'offshore' en la cuenca de Agadir y se ha realizado en tan solo cinco perforaciones en el permiso de Inezgane. Este permiso tiene una extensión total de 11.228 km₂ en el Océano Atlántico, y se encuentra a menos de 200 km al noreste de La Graciosa y frente a las costas marroquíes de Sidi Ifni, Tan Tan y Tarfaya.
Teniendo en cuenta los precios actuales del petróleo, el valor del descubrimiento se situaría en torno a los 110.000 millones de dólares (al cambio, unos 100.000 millones de euros), casi tanto como el PIB de marruecos en 2020, cuando ascendió a los 112.900 millones de dólares.
Ante el descubrimiento, la compañía británica Europa O&G ha asegurado que “Marruecos ofrece una oportunidad de inversión muy atractiva con excelentes condiciones fiscales”. La petrolera posee el 75% del permiso y es el operador de Inzegane, mientras que el Estado marroquí posee el 25% restante y lo gestiona a través de la ONHYM (siglas en francés de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas).
Con este proyecto, que ha puesto en alerta al Gobierno Canario, Marruecos solo acaba de iniciar su andadura en la exploración y explotación de sus aguas, ya anunciada a finales de 2021. Así, el Gobierno marroquí comenzará ahora nuevas prospecciones en la malla fronteriza ubicada próxima a Lanzarote y Fuerteventura, en dos pozos submarinos de la zona de Tarfaya.
Tal y como ha confirmado Amina Benkhadra, directora general de la ONHYM, estas nuevas perforaciones para la búsqueda de petróleo serán realizadas por ENI, una multinacional que lidera un consorcio energético para la búsqueda de hidrocarburos junto a Qatar Petroleum International Upstream.
Pese a la proximidad del hallazgo con España, se encuentra en aguas de Marruecos, por lo que nuestro país no tendría potestad para poder trabajar sobre ellas. Sin embargo, aunque el yacimiento hubiese sido encontrado en aguas españolas, su extracción quedaría limitada a tenor de lo establecido en la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de 'Cambio climático y transición energética'.
En el texto legal entre otras cosas, “se establece la prohibición de la apertura de nuevos proyectos”, y se marca el año 2042 como límite para el fin de las explotaciones petrolíferas.
Entre 2001 y 2015 nuestro país realizó prospecciones de gas en un área contigua (en zona exclusiva española) y, aunque entonces se confirmó la existencia de petróleo y gas, Repsol abandonó el proyecto porque su hallazgo “no contaba ni con el volumen ni con la calidad suficientes para considerar una futura extracción”.
Se zanjó así una exploración que siempre estuvo rodeada de tensiones: el Gobierno canario liderado entonces por Paulino Rivero se mostraba reacio, mientras que el Ejecutivo central, que tenía al frente del Ministerio de Industria a José Manuel Soria, siempre se mostró partidario de los sondeos.
La oportunidad del proyecto denominado ‘Sandía’ expiró según comunicó entonces Repsol, porque “el sondeo exploratorio confirmó que en el subsuelo de esta cuenca se han generado petróleo y gas, si bien los almacenes encontrados están saturados de agua y los hidrocarburos existentes se encuentran en capas muy delgadas no explotables”.