Mientras trabaja en los camiones de pila de combustible y en las baterías de estado sólido, el fabricante Navistar ha desarrollado un modelo híbrido que pretende servir como transición entre los camiones diésel y los eléctricos que llegarán en el futuro.
De momento es solo un prototipo de camión híbrido que ha sido desarrollado junto al Departamento de Energía de Estados Unidos. En el proyecto han participado también varias empresas y el objetivo es lograr la máxima eficiencia combinando un tren de propulsión híbrido con la tecnología y un diseño aerodinámico.
Un camión que gasta lo mismo que una pick-up
Nunca había sido tan complicado como hasta ahora predecir qué tipo (o qué tipos) de energía utilizarán los coches del futuro, pero esta incertidumbre no es exclusiva del sector del automóvil. Otras industrias, como la del transporte de mercancías por carretera, se encuentra en un punto similar.
Hoy por hoy, los camiones diésel siguen siendo los reyes de la carretera en todo el mundo, muy poco a poco hay otros que se van haciendo sitio: los eléctricos, tanto de batería como de pila de combustible de hidrógeno. Mientras tanto, hay otra alternativa que puede ser crucial en la transición del camión de combustión al eléctrico: los camiones híbridos.
Es lo que propone la compañía norteamericana Navistar con su último camión, el International Super Truck II, un prototipo que ha sido desarrollado en asociación con el Departamento de Energía de Estados Unidos. En el proyecto también participan otras empresas, como Continental, ZF, BorgWarner, Bosch o PPG Industries.
El objetivo es crear un camión mucho más eficiente que los diésel actuales, en parte gracias a la electrificación, pero sin ser 100% eléctrico. Navistar también está trabajando en camiones con baterías de estado sólido y de pila de combustible de hidrógeno, pero el Super Truck II híbrido pretende ser una solución a corto plazo hasta que los modelos 100% eléctricos estén completamente listos para funcionar a gran escala, ya sean de batería o de célula de combustible.
International ha recurrido a un tren de propulsión híbrido que combina un motor diésel especialmente enfocado a la eficiencia con tecnología eléctrica de alto voltaje desarrollada junto a Bosch. International asegura que ha conseguido una eficiencia térmica del freno motor del 55,2 %.
El resultado es un camión de gran tonelaje que gasta, según Navistar, 16 millas por galón, es decir, 14,7 l/100 kilómetros. Es una cifra elevada para un coche, pero un camión de estas características suele consumir entre 25 y 40 l/100 km de media.
El conjunto híbrido del Super Truck II no es lo único que permite reducir drásticamente el consumo; Navistar también ha trabajado en la aerodinámica, no solo de la cabeza, sino del semirremolque, que además de su diseño específico está fabricado con materiales más ligeros de lo habitual, lleva semicarenadas las ruedas y toda su parte superior está equipada con paneles solares.
Navistar también ha trabajado en disminuir la resistencia a la rodadura y en otras tecnologías, como el control de crucero predictivo que utiliza el GPS para e internet para tener en cuenta la orografía del terreno y otros datos.