Estados Unidos tiene un problema con la inflación y está apostando por medidas proteccionistas para solucionarlo. Una de ellas afecta a la industria del automóvil porque contempla ayudas a la compra de vehículos eléctricos exclusivamente fabricados en Norteamérica.
A la Unión Europea no le sentó muy bien está política y algunos de los estados miembros ya contemplan hacer lo mismo para que se igualen las fuerzas. Al menos es lo que piensa el Ministro de Economía francés, Bruno Le Maire.
Misma fórmula que Estados Unidos
Según señala Bloomberg, el Ministro de Economía galo aboga por poner en marcha un modelo proteccionista a la europea para proteger nuestra industria del automóvil. Eso sí, Bruno Le Maire se olvida de una gran parte de los coches que se producen en el continente y pone el foco únicamente en los coches eléctricos.
Su objetivo es que el Gobierno francés sigua ofreciendo ayudas para la compra de vehículos eléctricos, pero únicamente para los que se fabrican en territorio europeo.
Hoy por hoy, la Administración subvenciona con hasta 6.000 euros la compra de vehículos eléctricos que cuesten menos de 47.000 euros y en 2023 reducirá esa ayuda a un máximo de 5.000 euros.
Lo que pretende Bruno Le Maire es que únicamente los coches que se produzcan en la Unión Europea se puedan beneficiar de estas ayudas. Exactamente igual que lo que propone Estados Unidos.
En declaraciones recogidas por Bloomberg, Le Maire ha señalado: “es el momento de reservar bonos de vehículos eléctricos para automóviles producidos en territorio europeo o para vehículos que cumplan estricta y rigurosamente con los nuevos estándares ambientales”.
“Necesitamos jugar con las mismas reglas si queremos defender nuestras industrias, nuestros trabajos y nuestra tecnología”, ha añadido Le Maire en referencia a la política proteccionista puesta en marcha por el gobierno de Joe Biden.
Es curioso que estas declaraciones tengan lugar al mismo tiempo que el gobierno francés recomienda racionar las recargas de coches eléctricos. El 12% de los vehículos que se han vendido en el país vecino en la primera parte de 2022 son eléctricos y esto puede suponer un problema a la hora de cargarlos todos a la vez en plena crisis energética.
Aun así, el gobierno francés está apostando fuerte por el vehículo eléctrico y es consciente de que una de sus industrias más valiosas ya depende de este tipo de automóviles. Por eso, el Ministro de Economía defiende de la idea de impulsar esta parte de la industria barriendo para casa, como han hecho al otro lado del charco.
De esa forma, Estados Unidos pretende luchar contra el imparable avance de China y sus coches eléctricos. Mientras tanto, raro es el mes que no hablamos de un nuevo fabricante chino que empieza a vender sus vehículos de cero emisiones dentro de nuestras fronteras, a menudo con precios imposibles de alcanzar por su competencia europea.