Europa acelera sus planes para instalar enchufes para coches eléctricos cada 60 km y repostar hidrógeno cada 100

Ante la evidente falta de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en Europa, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a un proyecto de ley que pide que haya puntos de carga para vehículos eléctricos cada 60 km y de reabastecimiento de hidrógeno cada 100 km de cara a 2026 en las principales carreteras del Viejo Continente.

El denominado “Reglamento de Infraestructuras para Combustibles Alternativos (AFIR)”, que ahora tendrá que negociarse con cada uno de los Estados miembros, también incluye medidas ambiciosas para reducir drásticamente las emisiones de los barcos.

Más estaciones de recarga e hidrogeneras en tiempo récord

El proyecto de ley aprobado por la Eurocámara forma parte del paquete de medidas «Objetivo 55 en 2030», cuya meta principal es la de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE en al menos un 55 % de aquí a 2030 con respecto a los niveles de 1990.

Según el responsable del texto sobre infraestructuras para combustibles alternativos, Ismail Ertug (S&D, Alemania) “en este momento tenemos 377 000 estaciones de recarga en la UE, la mitad de lo que se debería haber conseguido si los países de la UE hubieran cumplido sus promesas”.

Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) en la actualidad seis países de la UE no tienen ni un solo punto de recarga por cada 100 km de carretera. De igual modo, diecisiete países europeos cuentan con menos de cinco puntos por cada 100 km.

Solo Países Bajos, Luxemburgo, Alemania, Portugal y Suecia poseen más de diez cargadores cada 100 km. 

España, a la cola de Europa en infraestructuras de recarga, apenas tiene 1,6 puntos de carga por cada 100 km, y como muestra este mapa, tan solo el 17 % de ellos son de carga rápida (con potencias superiores a 22 kW), y la mayoría de ellos se sitúan en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid.

Para abordar este inmenso cuello de botella en Europa y desplegar rápidamente la infraestructura necesaria para salvar el Pacto Verde, los eurodiputados han acordado establecer unos objetivos nacionales mínimos obligatorios para el despliegue de puntos de recarga para coches, camiones y autobuses eléctricos.

En el caso de los camiones y autobuses eléctricos, solamente en algunas vías parte de las redes transeuropeas (RTE-T y con estaciones más potentes.

Según el texto adoptado, en 2026 debería haber “al menos un grupo de recarga eléctrica” para automóviles cada 60 km en las principales carreteras de la UE. Los eurodiputados también plantean establecer al menos una hidrogenera cada 100 km (en lugar de cada 150, como proponía la Comisión Europea) y hacerlo para 2028 (en lugar de 2031).

Además, el texto recoge que “las estaciones de repostaje alternativas deberán ser accesibles para todas las marcas de vehículos y deberá ser fácil pagar” Asimismo, el precio tendrá que figurar por kWh o por kg y “deberá ser asequible y comparable”.

Los eurodiputados también quieren que se centralicen los datos sobre combustibles alternativos antes de 2027, con el fin de proporcionar información veraz sobre la disponibilidad, los tiempos de espera y los precios en diferentes estaciones de toda Europa.

Los Estados miembros tendrán hasta 2024 para presentar sus planes para conseguir estos ambiciosos objetivos, aunque habrá excepciones para las regiones ultraperiféricas, islas y carreteras con muy poco tráfico.

Combustibles marítimos sostenibles y multas a los infractores

Por otro lado, pero en la misma línea de acelerar la descarbonización en todos los medios de transporte europeos, los eurodiputados también adoptaron su posición sobre el proyecto de normas de la UE sobre el uso de combustibles renovables y bajos en carbono en el transporte marítimo.

En concreto, el Parlamento Europeo quiere que el sector marítimo reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero de los barcos en un 2 % a partir de 2025, un 20 % desde 2035 y un 80 % a partir de 2050 en comparación con el nivel de 2020.

Esta norma se aplicará a buques con un arqueo bruto superior a 5.000 toneladas, responsables a priori del 90 % de las emisiones de CO2, a toda la energía utilizada a bordo en o entre puertos de la UE, y al 50 % de la energía utilizada en viajes en los que el puerto de salida o de llegada se encuentre fuera de la UE o en sus regiones ultraperiféricas.

Los eurodiputados también establecieron un objetivo de un 2 % de uso de combustibles renovables y obligaron a los buques portacontenedores y de pasajeros a utilizar el suministro de energía en tierra mientras están atracados en los principales puertos de la UE a partir de 2030.

Para garantizar el cumplimiento, los eurodiputados apostaron por la introducción de sanciones, cuyos ingresos deberían ir al Sustainable Ocean Fund y contribuir a la descarbonización del sector marítimo, la eficiencia energética y las tecnologías de propulsión de cero emisiones.

El mandato negociador sobre infraestructuras para los combustibles alternativos se ha aprobado por 485 votos a favor, 65 votos en contra y 80 abstenciones, mientras que el centrado en los combustibles marítimos sostenibles salió adelante con 451 votos a favor, 137 votos en contra y 54 abstenciones.

El Parlamento ya está listo para iniciar las negociaciones con los Estados miembros sobre la formulación definitiva de ambos textos legislativos.

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