Los ciudadanos europeos podrán reclamar una indemnización por problemas de salud ocasionados por el incumplimiento de los límites de contaminación. Así lo contempla la directiva definitiva que actualiza normas de calidad del aire y que acaba de aprobarse esta semana en el Consejo Europeo.
Además estos límites de polución serán además más estrictos: se reducen a menos de la mitad los que se consideran más dañinos para la salud. Con esta regulación, que pretende encaminarse a las cero emisiones para 2050, la Unión Europea (UE) quiere reducir los cientos de miles de muertes que se producen cada año en el Viejo Continente por la polución.
Los nuevos límites deberán cumplirse en seis años, como tarde
Según las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente y la OMS, que datan de 2021, al año mueren cerca de 300.000 personas por enfermedades respiratorias derivadas de la mala calidad del aire. Ese mismo en año, en España se registraron 21.000 por este motivo, las más numerosas por partículas en suspensión.
Así, acaba de darse luz a esta normativa que lleva dos años sobre la mesa tras su propuesta inicial en octubre de 2022. Anteriormente, la regulación y sus límites se actualizaron en 2008.
La contaminación, a la mitad. La recién aprobada directiva establece primeramente nuevos límites de emisiones más exigentes: de 25 microgramos por metro cúbico anuales (ug/m3) a 10 ug/m3 en el caso de las partículas en suspensión PM 2,5 y de 20 ug/m3 para el dióxido de nitrógeno (NO₂) en vez de 40 g/m3. También será de 20 ug/m3 para el dióxido de azufre (SO₂).
Estos valores anuales deberán cumplirse en 2030 a más tardar. Es decir que los estados miembros tendrán que ajustarse a dichos límites en seis años, aunque podrán solicitar que este plazo se prorrogue otros diez años en ciertas condiciones.
Tanto las partículas en suspensión PM 2,5 como el NO₂ son dos de las sustancias señaladas como más nocivas para la salud cuando hablamos del aire de las ciudades. De los 21.000 fallecidos en España antes señalados, más de 14.000 fueron por el primer contaminante y 4.600 por el segundo.
Indemnizaciones por enfermedades respiratorias. La otra gran novedad de esta directiva de calidad del aire es que los países de la UE deben garantizar que los ciudadanos puedan reclamar y ser indemnizados en caso de que su salud se vea perjudicada por el incumplimiento de esta norma.
Es decir, que si los estados miembros no cumplen con los límites establecidos en esta nueva regulación deberán indemnizar a los ciudadanos que sufran enfermedades respiratorias ocasionadas por la polución. A lo que se suman las multas millonarias que puede imponer el Ejecutivo comunitario a los países por no cumplir con esta norma.
Las partículas en suspensión se relacionan con muertes prematuras por enfermedades cardíacas o pulmonares. Además de con enfermedades como infartos no mortales, asma agravada, capacidad pulmonar reducida y otros problemas respiratorios.
Por ejemplo las ZBE que deben implantar las ciudades españolas van de la mano de cumplir con estos límites, entre otros aspectos. Cada vez más ciudades van incorporándolas, pero no todas han cumplido y además han sido tumbadas por la Justicia por defectos de forma u otros. El más reciente afecta a todas las ZBE de Madrid. También los protocolos anticontaminación, que se activan cuando los límites son elevados en las urbes.
En las leyes de cada país en dos años. La directiva que recoge los nuevos límites y estos preceptos se publicará en el Diario Oficial de la UE, entrando en vigor a los 20 días de su publicación. A partir de entonces los países de la UE tendrán dos años para integrarla en su marco legal y jurídico específico.
Además, Bruselas detalla que esta normativa se irá revisando: primero en 2030, o incluso antes, y desde entonces cada cinco años en base "las últimas evidencias científicas".