España ha alcanzado en 2024 un nuevo récord en generación de energía renovable, con un 55,8 % del mix energético nacional proveniente de fuentes como la eólica, la solar y la hidráulica.
Este hito ha sido impulsado por un crecimiento sostenido de la capacidad instalada de renovables, que ya representa el 64 % del parque generador nacional, y por condiciones climáticas favorables. Según los datos de Red Eléctrica, la energía eólica, con una participación superior al 23 %, sigue siendo la principal fuente de generación, mientras que la fotovoltaica ha alcanzado un 17 %, desplazando a los ciclos combinados al cuarto puesto.
Así queda el mapa del mix energético español en 2024
El sistema eléctrico español cerró el año 2024 con un panorama alentador para las energías renovables. De todo el mix energético nacional, un 77 % fue generado mediante tecnologías libres de emisiones.
Energía eólica (23 %): España reafirma su liderazgo en este sector, donde Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha destacan como las regiones con mayor capacidad instalada. El viento sigue siendo la fuente estrella de generación eléctrica gracias a un crecimiento sostenido del 5 % en potencia instalada respecto al año anterior. Además, esta tecnología no solo garantiza estabilidad en el sistema, sino que también ayuda a reducir significativamente las emisiones.
Energía solar fotovoltaica (17 %): Este año ha sido especialmente significativo para la energía solar. Navarra lideró el aumento relativo con un crecimiento del 36 %, mientras que Castilla y León (+34 %) y Andalucía (+32 %) sumaron la mayor capacidad total. Extremadura también sobresale al consolidarse como la región con mayor potencia solar instalada.
Energía hidráulica (13 %): Históricamente crucial para el sistema eléctrico español, la energía hidráulica sigue desempeñando un papel relevante. Con más de 1.350 centrales activas –de las cuales 1.200 son minicentrales–, esta tecnología aporta estabilidad y flexibilidad al mix.
Energía nuclear (19 %): Aunque su contribución sigue siendo importante, el inicio del calendario de cierre de centrales marca el principio del fin de esta tecnología en España. Cataluña y Extremadura, regiones con gran dependencia de la nuclear, ya están adaptando sus estrategias energéticas.
Ciclos combinados (15 %): A pesar de haber caído al cuarto lugar, esta tecnología basada en gas sigue siendo vital como respaldo en momentos de baja generación renovable.
Por regiones, Canarias también ha mostrado avances significativos en el despliegue de renovables, mientras que el enlace submarino entre la Península y Baleares contribuye a cubrir parte de la demanda eléctrica de las islas.
Retos a los que se enfrentan las energías renovables en 2025 en España
A medida que las energías renovables consolidan su protagonismo en España, también surgen retos que afectan tanto al sistema como a los consumidores. Uno de los principales desafíos es la gestión de los llamados precios cero o negativos, que en 2024 ocurrieron en un 10 % de las horas del año. Si bien esto refleja una mayor integración de las renovables, también supone un riesgo para la estabilidad del mercado eléctrico, ya que desincentiva nuevas inversiones y puede generar desequilibrios entre oferta y demanda.
Otro obstáculo importante es el almacenamiento energético. Sin avances significativos en baterías, sistemas de bombeo u otras tecnologías, será difícil garantizar un suministro constante ante la intermitencia de fuentes como la eólica y la solar. La proximidad del cierre de las centrales nucleares aumenta esta presión, dejando un vacío en la capacidad de generación firme.
Por otro lado, la transición hacia un modelo energético más verde también conlleva beneficios directos para los ciudadanos. El crecimiento de las renovables impulsa la infraestructura necesaria para una movilidad más sostenible, favoreciendo la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Asimismo, las bajas emisiones de CO2 equivalentes –que han alcanzado un mínimo histórico de 27 millones de toneladas– contribuyen a mejorar la calidad del aire y a mitigar el impacto del cambio climático.
En cuanto al costo de la electricidad, la generación renovable puede ayudar a estabilizar los precios a largo plazo, siempre que se superen los retos actuales del mercado. Finalmente, aunque existe cierta resistencia social respecto a ciertos proyectos renovables, una planificación adecuada podría garantizar beneficios económicos y sociales, como la generación de empleo en zonas rurales y el desarrollo de tecnologías locales.
En definitiva, el récord en renovables alcanzado en 2024 no sólo refleja el compromiso de España con la sostenibilidad, sino también los desafíos que enfrenta en su transición hacia un modelo 100 % renovable. El liderazgo de las energías limpias en el mix, con la eólica y la solar el frente, es una muestra de que el cambio es posible, aunque será clave avanzar en almacenamiento y resolver desequilibrios del mercado para garantizar la estabilidad a largo plazo.