A mediados de 2022, General Motors recibió la autorización del Estado de California, Estados Unidos, para desplegar los taxis autónomos de su empresa Cruise en las calles. San Francisco fue la ciudad elegida para comenzar a prestar el servicio de taxi sin conductor, pero, poco más de un año después, Cruise ha suspendido toda su actividad.
La compañía estadounidense ha paralizado su servicio voluntariamente un par de días después de que el Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) anunciase que suspendería inmediatamente los permisos de implementación de taxis autónomos y las pruebas sin conductor de Cruise tras los accidentes en los que se han visto involucrados sus coches.
Adiós a los taxis autónomos de Cruise, y no se sabe hasta cuando
Desde que comenzaron a prestar servicio en 2022, los taxis autónomos de Cruise no han dejado de ganar protagonismo en las calles de San Francisco, en California, Estados Unidos. Coger un taxi sin conductor de esta empresa que pertenece a General Motors se había convertido en algo habitual, hasta ahora.
Cruise acaba de suspender toda su actividad, por lo que sus coches han abandonado las calles de San Francisco (y de todo Estados Unidos), de momento, por un periodo de tiempo indeterminado. Los incidentes protagonizados por estos taxis autónomos a lo largo de los últimos meses tienen la culpa.
Los coches de Cruise han bloqueado tantas veces el tráfico que los bomberos de San Francisco se han hartado de ellos. Y la solución de Cruise, que optó por permitir que los bomberos moviesen sus taxis autónomos en este tipo de situaciones, no fue del agrado de los servicios de emergencias.
Además, estos vehículos sin conductor están relacionados con accidentes mucho más graves, como la muerte de una niña de cuatro años este mismo año.
El último de estos accidentes ha sido la gota que ha colmado el vaso, al menos para el Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV). Solo unos días después de que un taxi autónomo de Cruise parase encima de una mujer que fue atropellada por otro coche y quedó tendida en la carretera, el DMV notificó a Cruise que suspendería el despliegue de sus coches autónomos y de los permisos de pruebas sin conductor.
Cruise se ha adelantado a esta suspensión y ha paralizado voluntariamente su actividad en todo Estados Unidos. Claro, que ese “voluntariamente” hay que cogerlo con pinzas porque el DMV ya había tomado la decisión de paralizarlo, al menos en California.
El DMV sí permitiría que la compañía siguiese haciendo pruebas con un conductor al volante de sus taxis a modo de supervisor, pero Cruise ha retirado todos los coches de las calles.
Según señala el DMV, “los vehículos del fabricante no son seguros para la operar de manera pública”. Pero eso no es todo, este organismo de seguridad también asegura que “el fabricante ha tergiversado cualquier información relacionada con la seguridad de la tecnología autónoma de sus vehículos” y asegura que “la realización de pruebas por parte del fabricante es un riesgo irrazonable para el público”.
Cuando el DMV habla de tergiversación hace alusión a lo que sucedió el pasado 2 de octubre con la mujer que fue atropellada por un coche y acabó atrapada bajo un taxi autónomo de Cruise.
La empresa de General Motors aseguró que el coche autónomo paró encima de la mujer, pero, más tarde, el DMV ha sabido que ese taxi autónomo arrastró varios metros (unos 20 pies, es decir, unos 6 metros) a la víctima porque intentó apartarse de la carretera con ella debajo.
El DMV tuvo constancia de ello cuando avanzó en la investigación, pero había un vídeo que Cruise ocultó hasta ese momento, por lo que esta compañía mintió y se guardó pruebas. La víctima sigue en estado grave.
Mientras toda su actividad está suspendida, Cruise indica que ha contratado a una firma independiente para realizar un análisis técnico de la causa del accidente del 2 de octubre, así como a la firma de abogados Quinn Emanuel para examinar y comprender mejor la respuesta de Cruise.
A pesar de todo, Cruise insiste en que “queremos reducir drásticamente la cantidad de personas lesionadas y muertas cada año en nuestras carreteras”. Ahora, retomar su actividad, al menos en California, depende de la decisión del DMV, que no aprobará de nuevo el permiso para operar de esta empresa hasta que “haya cumplido con los requisitos a satisfacción del departamento”.
Mientras tanto, Cruise garantiza que está actualizando el software de todos sus coches autónomos para evitar que sucedan accidentes como el del 2 de octubre. Además de solucionar otras cuestiones, como la incapacidad para detectar niños.
