LIUX es una start-up española de apenas un año de vida, que busca revolucionar el panorama del vehículo eléctrico en nuestro país, creando “un coche eléctrico verdaderamente sostenible” en todas sus fases, y que promete estar hecho con materiales de origen vegetal y componentes impresos en 3D.
La empresa, creada por el diseñador David Sancho Domingo (que en 2017 saltó a la fama tras presentar el superdeportivo híbrido Bóreas en las 24 Horas de Le Mans) y el arquitecto Antonio Espinosa de los Monteros, con amplia experiencia en el campo de la sostenibilidad, apuesta por la fabricación en España y ya está en negociaciones con varias CCAA para establecerse.
Objetivos: simplificar el vehículo eléctrico y hacerlo accesible
LIUX pretende cambiar la forma de fabricar vehículos, y para ello ya cuentan con un proyecto global que ya que se ha integrado en uno de los PERTE VEC presentados al Ministerio de Industria este año para acceder a las ayudas de los fondos europeos Next Generation EU y que incluye hasta los robots que se encargarán de ensamblar los coches.
La start-up, que por el momento solo ha mostrado una imagen ‘a modo de teaser’ en su web del que será su primer vehículo eléctrico, está “en negociaciones con varias CC.AA” para establecer su primera factoría.
Quieren empezar por una planta pequeña en la que fabricar 5.000 unidades en 2023 y prevén como siguiente objetivo “producir 50.000 vehículos en 2024”.
Para ello, la plantilla compuesta por el momento por una veintena de jóvenes ingenieros, emprendedores, diseñadores, arquitectos, mecánicos y expertos en tecnología han aunado esfuerzos y apuestan por lo que denominan “movilidad plena”.
Su primer proyecto es “un coche eléctrico compacto” que anuncian que contará con materiales como biopolímeros y biocomposites (materiales 'compuestos' derivados de fibras y resinas naturales), mientras que la base del proceso productivo sería la impresión 3D.
David Sancho afirma que con ello buscan la máxima simplicidad: “queremos centrarnos en el valor del vehículo y eliminar todos los elementos superfluos. Nuestros coches utilizan componentes sencillos y fáciles de montar, desmontar, reparar y reciclar, lo que nos permite reducir las piezas y los materiales en un 25 % respecto a un automóvil tradicional”.
La plataforma utilizada será modulable, en la que no irá soldada la batería, sino que podrá albergar módulos extraíbles de diseño propio “en función de las necesidades del cliente”. En principio, estas tendrán entre 45 y 90 kWh de capacidad y se fabricarán en Asia, porque, según los empresarios “no se pueden fabricar todavía en España”.
Tanto David Sancho como Espinosa de los Monteros han afirmado en una entrevista que su primera fábrica “debería ser rentable en sí misma a partir de 30.000 unidades, cuando esté entre el 60 y el 70% de su capacidad”. No obstante, la rentabilidad dependerá, en gran parte, de la demanda del mercado.
En cuanto al empleo, en la primera fase de la fábrica estiman que contarán con unos 100 empleados y cuando esté a pleno rendimiento, no más de 500.
Con una primera fábrica de pequeño tamaño y un objetivo de producción tan contenido LIUX busca “aprovechar la innovación para simplificar el concepto de fabricación del automóvil bajo estrictos criterios medioambientales”. Pues según sus creadores, este método “supone un ahorro logístico importante y, sobre todo, de emisiones nocivas”.
En cuanto a la distribución, plantean concesionarios digitales como ya hacen otras marcas, y para ello quieren “apoyarse en operadores con experiencia”. Por el momento no han revelado precios de su primer coche eléctrico, y en los próximos meses irán ampliando información.
Lo que aseguran es que “será el coche eléctrico con mejor relación calidad/precio/autonomía del mercado, ya que actualmente solo se puede permitir un eléctrico el 5 % de la gente”, según Espinosa de los Monteros.