El pueblo de Bourakébougou, en Malí, suele considerarse el lugar de nacimiento de la extracción natural de hidrógeno. Es el llamado hidrógeno geológico, y este acontecimiento ha hecho que los científicos calculen que haya hasta 5 billones de toneladas de hidrógeno en depósitos subterráneos en todo el mundo.
Todo comenzó en 1987, cuando unos excavadores de pozos llegaron a esta aldea africana en busca de agua, pero no fue exactamente agua lo que encontraron. De uno de los pozos secos empezó a emanar con fuerza una especie de gas, y no se le ocurrió mejor idea a uno de ellos que asomarse con un cigarro en la boca. Lo siguiente que ocurrió fue una explosión y una llamarada que duraría semanas ante el asombro de los aldeanos. Habían encontrado una fuente casi inagotable de energía limpia.
Este hallazgo fue totalmente fortuito y aún hoy sustenta la idea de que existes grandes reservas de hidrógeno atrapado en la tierra; hidrógeno limpio que puede convertirse en electricidad. Según describe Eric Hand en la revista Science, el maltrecho excavador de pozos que tuvo la mala suerte de fumar en el sitio equivocado solo resultó herido. Fue además sin quererlo el descubridor de la principal fuente de energía en Bourakébougou.
La pequeña villa de Bourakébougou, en Mali.
"El color del fuego durante el día era como agua azul con gas y no tenía contaminación de humo negro. El color del fuego por la noche era como oro brillante y en todos los campos podíamos vernos iluminados", relata el protagonista y descubridor del pozo, Mamadou Ngulo Konaré.
Nadie sabía qué emanaba de aquel pozo, a parte de algo maligno, claro, y les llevó semanas apagar el fuego y taparlo. Así permaneció olvidado hasta que en 2012 el dueño de una compañía de petróleo y gas recurrió a Chapman Petroleum para determinar qué era eso. El resultado de las pruebas fue sorprendente: descubrieron que el gas estaba compuesto en un 98% por hidrógeno.
A los pocos meses instalaron un motor Ford adaptado para quemar hidrógeno, y lo único que emanaba de él era agua. El motor estaba conectado a un generador de 30 kilovatios que le dio a Bourakébougou sus primeros beneficios eléctricos: congeladores para hacer hielo, luces para las oraciones vespertinas en la mezquita y un televisor de pantalla plana para que el jefe de la aldea pudiera ver los partidos de fútbol.
Nace así Hydroma (anteriormente Petroma), una compañía que inicia la primera producción mundial de electricidad a partir de hidrógeno natural sin emisiones de CO2 por combustión directa, para abastecer al pueblo de Bourakébougou. Y en los alrededores encontraron hasta 24 pozos iguales.
Desde entonces, desde este pozo fluye hidrógeno casi puro sin disminución de presión, proporcionando a los aldeanos su primer suministro de electricidad. Actualmente, los pozos de Mali podrían producir hidrógeno gaseoso a 50 centavos por kilo. Es decir, a una décima parte del coste del hidrógeno producido por electrólisis con energía solar, eólica, geotérmica, etc.
Claro que no todo son ventajas. Desde la revista Science describen que el hidrógeno también tiene sus defectos como fuente de energía:
Aunque esté libre de carbono, el hidrógeno tiene sus defectos como fuente de energía. Un kilogramo de hidrógeno contiene tanta energía como un galón de gasolina (poco menos de 4 litros). Pero a presión ambiental, ese mismo kilogramo de hidrógeno ocupa más espacio que el tambor de un típico camión mezclador de concreto. Los tanques presurizados pueden contener más, pero añaden peso y costos a los vehículos. Licuar el hidrógeno requiere enfriarlo a –253°C, lo que suele ser un gasto que lo descalifica.
Algunos científicos creen que podría haber suficiente hidrógeno natural para satisfacer la creciente demanda global durante miles de años, según un modelo del Servicio Geológico de EEUU que se presentó en octubre de 2022 en una reunión de la Sociedad Geológica de América. Ahora necesitan entender cómo se forma y migra y, lo que es más importante, si se acumula de una manera comercialmente explotable para poder dejar atrás no solo el hidrógeno gris, sino los combustibles fósiles.