El WindFloat Atlantic, de 25 megavatios (MW), fue el primer parque eólico marino flotante semisumergible del mundo, está ubicado a 20 km de la costa de Portugal y desde que entró en funcionamiento en julio de 2020 no ha dejado de batir sus propios récords de producción.
Este innovador parque eólico marino flotante semisumergible no sólo ha superado todas las expectativas, sino que con su tecnología avanzada y su capacidad de adaptación a condiciones adversas, está demostrando la viabilidad de la energía eólica en alta mar, una fuente de energía renovable que aún está dando sus primeros pasos.
Qué es un parque eólico marino flotante semisumergible y cómo funciona
El WindFloat Atlantic es el primer parque eólico marino flotante semisumergible del mundo, que consta de tres aerogeneradores Vestas de 8,4 MW cada uno, instalados en plataformas flotantes triangulares ancladas con cadenas al lecho marino (unos 100 m de profundidad).
Cada plataforma consta de tres columnas verticales, solidarias entre sí, y una de ellas está unida a la base de la torre del aerogenerador. A su vez, un cable de 20 km conecta el parque con una subestación terrestre.
La distancia lateral de la plataforma, entre el centro de las columnas, es de unos 50 m. Su estabilidad está reforzada por un sistema de compuertas que se llenan de agua en la base de las tres columnas, asociadas a un sistema de lastre estático y dinámico. Este sistema de lastre activo que asegura su estabilidad y optimiza el rendimiento de las turbinas, permite que el parque funcione incluso en condiciones meteorológicas extremas.
Por ejemplo, a finales del año pasado, WindFloat Atlantic resistió la tormenta “Ciarán”, soportando olas de 20 metros de altura y ráfagas de viento de hasta 139 km/h. En caso de necesitar una intervención, el parque tiene una base de operaciones y mantenimiento en el puerto de Viana do Castelo, donde el equipo sigue su funcionamiento en tiempo real.
Desde su conexión a la red eléctrica hace ya cuatro años, el WindFloat Atlantic ha ido acumulando logros impresionantes. En 2022, el proyecto produjo 78 GWh, mientras que en 2023 las cifras fueron aún mejores, con 80 GWh de electricidad.
En julio de 2024, registró una producción total acumulada de 320 GWh, suministrando electricidad anualmente a más de 25.000 hogares de Viana do Castelo (Oporto), “al tiempo que evitaba más de 33.000 toneladas de emisiones de CO2 y creaba 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos”, dice la empresa.
Este avance constante es el resultado de la capacidad de las turbinas para aprovechar los vientos fuertes y constantes que predominan en alta mar. De hecho, la tecnología utilizada permite que estas turbinas sean más eficientes que las terrestres, al tiempo que minimizan el impacto visual y acústico en las comunidades costeras.
Ventajas y desventajas de la eólica marina flotante
Según el experto Andrés Schuschny, la energía eólica marina flotante presenta múltiples ventajas. Por un lado, la instalación de turbinas más grandes en estas plataformas permite una mayor capacidad de generación.
Además, "la ubicación en alta mar significa que los parques eólicos pueden beneficiarse de vientos más intensos y regulares, lo que mejora la predictibilidad de la producción eléctrica", dice el experto.
También es notable que estas instalaciones generan menos interferencias con la vida silvestre y las actividades humanas en la costa. “Los estudios en curso han descubierto que más de 270 especies coexisten con éxito con WindFloat Atlantic, y las estructuras flotantes han fomentado la vida marina, contribuyendo a un efecto de conservación y arrecife bajo el agua”, afirma la empresa.
Sin embargo, los desafíos son igualmente significativos. La construcción y mantenimiento de parques eólicos marinos implica costos más altos y complejidades técnicas mayores que los parques terrestres. La necesidad de equipos especializados y la exigencia de un diseño robusto pueden incrementar la inversión inicial. A pesar de esto, el retorno a largo plazo en términos de generación de energía puede justificar los costos adicionales.
El WindFloat Atlantic no solo es un ejemplo de innovación en la energía eólica, sino que también subraya la importancia de avanzar hacia fuentes de energía limpias. Con su capacidad para producir electricidad de manera sostenible, este parque eólico marino flotante se posiciona como un pilar fundamental en el mix energético de Portugal.
Hasta el pasado mes de agosto, las renovables abastecieron el 75 % del consumo eléctrico de Portugal: la energía hídrica abasteció el 33 % del consumo del país, seguida de la eólica (26 %), la fotovoltaica (10 %) y la biomasa (6 %). En los próximos años, la energía eólica marina podría contribuir significativamente a los objetivos de reducción de emisiones y a la transición hacia un futuro más ecológico, también en la búsqueda de un sistema energético más diversificado y resiliente.