El acero libre de fósiles, o acero verde, se está convirtiendo en una tendencia que cada vez más fabricantes quieren seguir.
Volvo ha anunciado que será el primer fabricante del mundo en utilizar este tipo de acero en sus camiones: la introducción a pequeña escala comenzará este año en sus camiones pesados, específicamente en los rieles del bastidor de los camiones.
Será gracias a la tecnología basada en hidrógeno de la acerera sueca SSAB que los camiones de Volvo empezarán a fabricarse gradualmente con acero libre de combustibles fósiles.
El primer acero producido con hidrógeno se utilizará en los rieles del bastidor del camión, la columna vertebral del camión sobre la que se montan todos los demás componentes principales.
A medida que aumente la disponibilidad de acero libre de fósiles, también se introducirá en otras partes del camión, explica la marca.
En concreto, la tecnología implica reemplazar el proceso de calor -que utiliza carbón para eliminar el oxígeno del mineral de hierro-, por un proceso de reducción directa en el que se usa hidrógeno verde producido a partir de electrólisis.
Por lo tanto, en este proceso en lugar de dióxido de carbono, como resultado se expulsa vapor de agua, según prometen.
Y es que el acero se fabrica en altos hornos que utilizan combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) para alcanzar las altas temperaturas necesarias para desencadenar las reacciones químicas esenciales. Este proceso representa aproximadamente el 7 % de todas las emisiones de CO₂ producidas en todo el mundo.
También Mercedes-Benz se ha unido a esta iniciativa y se ha asociado con SSAB para comenzar las pruebas con los primeros prototipos de carrocerías de acero libre de CO₂.
A partir de 2026, la intención de SSAB es suministrar acero verde a escala industrial en un proceso que se antoja largo, y de momento, enfocado a prototipos.
Uno de ellos es un vehículo de cuatro ruedas, totalmente eléctrico y dedicado a la minería que Volvo presentó en 2021.
Se prevé que en Suecia empiece a operar en 2024 la primera planta de acero libre de combustibles fósiles, con el objetivo de producir cinco millones de toneladas sin emisiones contaminantes.
Y en Estados Unidos, Boston Metal, una empresa surgida del Instituto Tecnológico de Massachusetts, está desarrollando la electrólisis directa del mineral de hierro, un proceso similar al que se utiliza actualmente para el aluminio.