El motor de Ferrari sigue siendo el gran misterio sin resolver de la temporada 2019 de la Fórmula 1. Aunque los de Maranello no están siendo capaces de maximizar su rendimiento, lo cierto es que el propulsor de Ferrari levanta las suspicacias entre el resto de competidores por su inalcanzable velocidad punta.
La FIA ya lleva varias semanas iniciando acciones para investigarlo todo a fondo, y tras el Gran Premio de Brasil han ido más allá. Han incautado piezas del sistema de combustible de tres equipos. Uno es Ferrari, otro un cliente de Ferrari (Alfa Romeo o Haas) y el tercero un equipo que no tiene nada que ver con Ferrari.
Habrá un segundo caudalímetro en Abu Dabi
El objetivo es hacer una investigación a fondo para arrojar los resultados ya en el Gran Premio de Abu Dabi, que se celebrará la semana que viene. Todos los rumores apuntan a que hay algo en el sistema de combustible de Ferrari que le da una superioridad mecánica atroz, lo que levanta muchas suspicacias en los equipos.
Especialmente beligerante con el asunto está Red Bull, que ha ido comentando públicamente todas estas teorías y presentándolas ante la FIA. La Federación Internacional lleva desde Austin poniendo trabas a Ferrari, haciendo pequeñas limitaciones en el reglamento que se suponía que iban a estrangular a los de Maranello.
En Estados Unidos la FIA limitó el flujómetro. Red Bull demostró ante la organización que aplicando un campo magnético podía pasar más combustible del permitido sin que quedase registrado. La FIA les hizo caso y controló el asunto, así que Ferrari no hizo la pole position por primera vez tras cinco consecutivas.
Tras la clasificación Max Verstappen, que tenía la lengua larga, no se cortó en explicar el bajón de rendimiento de Ferrari: "Cuando dejas de hacer trampas es más difícil". Aún así las especulaciones seguía, porque Ferrari mantenía su nivel en las recta. Donde realmente perdió tiempo en Austin fue en paso por curva.
Así que en Interlagos la FIA atacó la otra teoría de la conspiración en torno al motor Ferrari: que mezclaban el combustible con otros líquidos como aceite o refrigerante. En concreto se hablaba de que se mezclaban los líquidos del intercooler, el colector de aire o el sistema ERS con el combustible. La FIA prohibió tajantemente esto para Brasil y el rendimiento de Ferrari siguió bajando.
Both sides of the Ferrari story...#BrazilGP 🇧🇷 #F1 pic.twitter.com/2zUkmeGfRY
— Formula 1 (@F1) November 18, 2019
En Brasil los Ferrari no estuvieron tan lejos como en Austin, donde hubo más problemas aparte del motor, pero tampoco estuvieron ni siquiera cerca de la victoria. A pesar de todo, en las rectas seguía siendo el coche más potente. Ahora la FIA directamente ha abierto una investigación con piezas de los motores de estos tres equipos.
Según apuntan en Italia ya habría decisión por parte de la FIA, la de colocar un segundo caudalímetro en cada coche a partir del Gran Premio de Abu Dabi que solo puedan controlar los técnicos de la Federación. Esto despejaría todas las dudas acerca de qué hace Ferrari para tener una potencia de motor tan superlativa.
Desde Ferrari se momento no le dan importancia al asunto. De hecho en Brasil explicaban que si perdieron rendimiento en las rectas fue porque utilizaron una configuración aerodinámica que les igualaba con Red Bull en las curvas. De todos modos, el Gran Premio acabó fatal para ellos, con los dos pilotos fuera de carrera por un accidente.
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