Max Verstappen va a ser campeón del mundo de Fórmula 1 por tercera vez en el mes de septiembre. Esa es la conclusión más clara que se puede sacar de los escuetos test de pretemporada que se han celebrado en el circuito de Sakhir, y en los que Red Bull ha parecido indomable para cualquiera de sus rivales.
Durante las largas semanas previas a que los coches se pusiesen en marcha en Baréin un número se ha repetido machaconamente en las redes sociales: '33'. No, no hacía alusión al dorsal del Verstappen no campeón, sino a una utópica victoria que conseguiría Fernando Alonso en 2023. Pues bien, la pretemporada ha sentado bases para creer que se puede hacer realidad.
Aston Martin es el nuevo vecino del barrio rico de la Fórmula 1
Es muy duro que antes de empezar una competición ya sepamos quién va a ser campeón, pero así es la Fórmula 1 a veces. Como si de una Ligue1 o Bundesliga de fútbol se tratase, el mundial 2023 de la Fórmula 1 tiene escrito el nombre de su campeón antes de empezar: lo será Max Verstappen, salvo que un milagro divino interceda.
No solo se debe a que Verstappen lleva años siendo el mejor piloto de la parrilla, sino a que además en 2023, a diferencia de en sus dos títulos hasta la fecha, va a tener un coche muy superior. Eso es lo que se destila de unos test de pretemporada en los que nadie ha sido capaz de toser a Red Bull, al menos en ritmo de carrera.
Ferrari se podría presentar como una alternativa a los de las bebidas energéticas el sábado, pero da la sensación de que el SF-23 no ha progresado en nada respecto a su predecesor: va muy rápido a una vuelta, pero en ritmo de carrera es un desastre. La degradación de neumáticos del Ferrari fue dramática en la simulación de carrera del sábado por la tarde.
El otro equipo que debería ser rival de Red Bull es Mercedes, pero tampoco ha tenido la pretemporada perfecta que digamos. A una vuelta siguen sin ser lo suficientemente competitivos como para optar a las poles, y el ritmo de carrera no ha tenido nada destacable. El coche se continúa mostrando como poco noble, dando serios sustos a sus pilotos.
La tiranía aplastante a la que Mercedes sometió a la Fórmula 1 durante casi una década provocó que durante casi un año entero los más temerosos hacia la marca de la estrella mantuviesen que Mercedes se estaba ocultando, pero va siendo hora de asumir la realidad: han perdido la jerarquía de la Fórmula 1. Ni se ocultaron durante todo el 2022 ni lo han hecho en estos test.
Y aquí debería terminar el análisis de los equipos de cabeza, pero no va a ser así. Porque a tenor de lo que hemos visto en esta pretemporada, y a riesgo de que algún ventajista lo utilice como arma arrojadiza cuando la realidad cambie, debemos dar una buena noticia: hay un cuarto equipo en la zona noble de la Fórmula 1, y se llama Aston Martin.
La pretemporada de Aston Martin ha sido tan buena que ha convertido la turra utópica de la '33' en un escenario posible, aunque de probabilidades reducidas. Fernando Alonso ha firmado una pretemporada chocante, dando razones a las declaraciones de Adrian Newey en las que colocaba a Aston Martin como un potencial rival.
Después de tantos varapalos, el fandom más racional de Alonso ha seguido la pretemporada con cierta cautela, pero el Aston Martin se ha empeñado en hacer ver que esta vez sí hay motivos para ilusionarse. A una vuelta están por detrás de Red Bull y Ferrari, pero prácticamente igualados a Mercedes.
Alonso no hizo pruebas de clasificación, aunque montó el C4 a mitad del sábado durante un breve periodo de tiempo por petición de Aston Martin. Ni siquiera usó la goma más blanda, el C5 que sí usaron Red Bull y Mercedes y que no estará disponible durante el Gran Premio de Baréin. Los tiempos fueron muy buenos.
Si lo que se intuye del Aston Martin a una vuelta ya es bueno, lo que se vio con nitidez en la simulación de carrera es que el ritmo que tienen es brutal. Alonso cargó tanques al mismo tiempo que el Ferrari de Carlos Sainz, y la conclusión es clara: el Aston Martin está muy por delante del Ferrari en ritmo de carrera. Al menos, en la pretemporada.
Alonso, siempre hablamos de él porque Lance Stroll está lesionado, no ha participado en la pretemporada y es seria duda para el primer Gran Premio, también estuvo más fuerte que los Mercedes en ritmo. Las tandas del asturiano fueron impresionantes, sin apenas degradación de gomas y con diferencia las más cercanas a las de Red Bull.
Sí, es posible que Ferrari y Mercedes mitiguen parte de sus problemas en esta semana hasta la primera carrera, pero, como mínimo, Aston Martin va a ser el cuarto coche, y más cerca del tercero que del quinto. Falta refrendarlo en competición real, pero ahora mismo el equipo de Fernando Alonso parece un recién llegado a la clase alta de la Fórmula 1.
Alfa Romeo aspira a aprovechar las dudas de Alpine y McLaren para liderar la zona media
En la zona media las caras son muy largas. Primero, porque todos tienen la certeza de que se les ha escapado un miembro, y Aston Martin ya no va a estar en esa batalla en 2023, lo que reduce el botín de puntos a los que se pueden alcanzar. Y lo segundo es porque Alpine y McLaren, los grandes dominadores de esa zona, ni siquiera tienen controlados al resto.
La pretemporada de las papayas rodantes ha sido muy mala, quizá la peor de toda la parrilla en relación a lo que esperaban. En McLaren ya han asumido públicamente que el nuevo MCL60 ha nacido torcido, está dando muchos problemas y tardarán un tiempo en enderezarlo. Es el segundo año consecutivo en el que les pasa.
Aún así, Lando Norris solo montó el C3 en Baréin. McLaren tiene tanta faena que ni siquiera ha probado nada parecido a una clasificación. El objetivo más realista para ellos es el de cazar algún punto el próximo fin de semana, pero no parece que vaya a ser nada fácil. Una situación relativamente parecida a la que tiene Alpine.
El antiguo equipo de Fernando Alonso ha sufrido en la pretemporada. La mecánica sigue sin ser fiable, y no la pueden liberar por completo. Pierre Gasly acabó incluso por detrás en tiempos de Norris usando la misma goma C3. Parece casi imposible para ambos siquiera luchar por el cuarto puesto, como hicieron en 2022.
De hecho, les ha salido un rival muy fuerte. Alfa Romeo ha sido la otra gran sorpresa de la pretemporada, junto a Aston Martin. El futuro equipo de Audi parece que ya empieza a notar el impulso de los cuatro aros, porque ha completado unos test impolutos. Incluso lideró una jornada con Guanyu Zhou.
Valtteri Bottas al final acabó tercero, aunque usando el C5 en los últimos minutos. Pero también lo hizo Hamilton casi al mismo tiempo y el Mercedes solo batió por dos décimas al Alfa Romeo. El nuevo C43 vuelve a ser un coche ligero, rápido y constante, con el que aspiran a liderar la zona media al menos mientras Alpine y McLaren se reencuentren consigo mismos.
Haas, Alpha Tauri y Williams, el furgón de cola de la Fórmula 1
En el furgón de cola parece que siguen los mismos tres equipos que ya cerraron la clasificación la temporada pasada. Haas suele empezar bien los años, pero ni siquiera montando el C4 a última hora ha conseguido nada espectacular. El año pasado lideraron varios días de la pretemporada con Kevin Magnussen.
Alpha Tauri también maquilló un poco montándole el C4 a Yuki Tsunoda al final, pero los tiempos no engañan y el filial de Red Bull sigue en el furgón de cola. El mismo sitio en el que está Williams, condenada un año más a ser colista de la Fórmula 1, y sería la quinta de las últimas seis temporadas en hacerlo.