Pilotar los coches de F1 actuales es tan fácil que la experiencia ya no es una virtud, y la nueva moda es fichar novatos

La Fórmula 1 regresa este próximo fin de semana en Austin y lo hará con una gran novedad. Red Bull ha decidido que Liam Lawson sustituya a Daniel Ricciardo en su equipo filial, con la vista puesta en que el joven neozelandés sea el sustituto de Sergio Pérez para la próxima temporada, según han indicado los propios dirigentes de Red Bull.

La experiencia de Lawson apenas se limita a cinco carreras como sustituto por lesión en 2023 más las seis que va a disputar en este final de 2024, pero aún así Red Bull ya lo considera para su primer equipo, sin ni siquiera un año completo en Fórmula 1. No es una excepción, es una tendencia general provocada por lo fáciles que son los actuales monoplazas.

La Fórmula 1 podría tener hasta seis novatos en 2025 porque los equipos ven que todos rinden

Cuando el año pasado Lawson se subió al coche de Ricciardo por la lesión del australiano, los resultados del joven neozelandés sorprendieron. Desde el principio estuvo en la zona media de la tabla, llegando a puntuar en un circuito muy difícil como Singapur, y todo esto con un coche que no era de los mejores.

Muchos pensaron que Red Bull había descubierto un genio en Lawson, pero este 2024 parece que apunta a que los tiros van por otro lado. Cuando Carlos Sainz enfermó de apendicitis, Ferrari recurrió a Oliver Bearman, un inglés de 18 años de su cantera sin ninguna experiencia en la Fórmula 1 que, sorprendentemente, logró un buen séptimo puesto en esa carrera.

Era normal creer que se debía a que llevaba un Ferrari, un coche superior, que le permitió puntuar holgadamente incluso sin experiencia en Fórmula 1 y sin haber hecho los entrenamientos del viernes. Pero es que Bearman volvió a tener que correr en Bakú, esta vez en Haas, cuando banearon a Kevin Magnussen. Y de nuevo puntuó, en solo su segunda carrera.

El tercer caso es el de Franco Colapinto. Parecía que el argentino era el último recurso de Williams para librarse de Logan Sargeant, pero en tres carreras Colapinto ha deslumbrado, llegando a puntuar en un circuito difícil como Bakú y quedándose muy cerca de hacerlo también en Singapur. Tres casos muy significativos.

Lawson, Bearman y Colapinto tienen varias cosas en común. La más obvia, que todos han debutado en Fórmula 1 en el último año y  han brillado en circunstancias muy extrañas. La segunda, que ninguno de ellos estaba destacando especialmente en la Fórmula 2. Son la enésima prueba de que la escalera hacia la Fórmula 1 está rota, pero hay algo más.

De cara a la próxima temporada ya está confirmado el ascenso definitivo de Bearman con Haas, pero es que además también subirán Jack Doohan con Alpine y Kimi Antonelli con Mercedes, otros dos pilotos que clasificación en mano no lo están reventando en la Fórmula 2. Que Lawson estará en la parrilla es seguro, la duda es con qué equipo.

Gabriel Bortoleto, este sí, actual líder de la Fórmula 2, parece bien posicionado para quedarse con el Audi que queda libre, e incluso Isack Hadjar o el propio Colapinto tendrían opciones de hacerse hueco en los equipos de Red Bull si los de las bebidas energéticas deciden retirar a Sergio Pérez.

Es decir, podríamos llegar a tener hasta seis novatos en la Fórmula 1 de 2025. Una limpieza que retiraría de la parrilla a los Pérez, Magnussen, Valtteri Bottas o Ricciardo, nombres que ya solo pueden aportar experiencia a una Fórmula 1 que ya no la necesita. Porque hacerlo bien con estos coches desde el primerísimo día está demostrado empíricamente que es posible.

Después de fiascos como los de Mick Schumacher, Nyck de Vries o Logan Sargeant que llevaron a los equipos a la prudencia con los novatos, parece que la Fórmula 1 vuelve a no ser lugar para viejos.

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