Michelin empieza a dar pasos para recuperar su imagen tras el bochorno del G.P. de Indianápolis. Hoy, ha anunciado que devolverá a los espectadores el importe de sus entradas y que comprará 20.000 de la edición 2006 para regalarlas entre los asistentes de este año.
Con esta última medida parecen querer asegurarse de que habrá Indy 2006, lo que por ahora no está nada claro. Echando cálculos aproximados, a una media de 400 euros por entrada, y 100.000 espectadores, a Michelin le cuesta la broma 40 millones de euros; redondeando, 8.000 millones de las antiguas pesetas, que es calderilla si se trata de no perder el mercado americano, donde tienen la tercera parte de sus ventas.
Vía | Marca