Lo fino que es el hilo del que pende el éxito en la Fórmula 1 está volviendo a quedar palpable en la temporada 2024. El equipo Red Bull, que el año pasado ganó todas las carreras menos una y esta temporada ha dado un recital en la cita inaugural, está en crisis. Y esa crisis nada tiene que ver con lo que ocurre en la pista.
Un escándalo entre Christian Horner y Jos Verstappen, con una empleada de Red Bull de por medio, está a punto de hacer saltar por los aires el equipo más triunfal de la Fórmula 1. Los rumores de una posible marcha de Max Verstappen a Mercedes arrecian, y da la sensación de que la guerra interna no ha hecho más que empezar.
Verstappen padre mantiene una relación sentimental con la empleada
La cronología de los hechos ya la conoce casi todo el mundo, pero merece la pena recordarla. Hace un mes Red Bull abrió una investigación interna contra Christian Horner, el jefe del equipo, por comportamiento inadecuado con una empleada. Investigación que finalmente se saldó con Horner declarado inocente y manteniendo su cargo.
El día después de que Red Bull absolviese a Horner, un dosier con capturas de pantalla de conversaciones y fotos íntimas que el jefe de Red Bull le habría enviado a la empleada llegaron a los correos electrónicos de periodistas, altos cargos de la FIA y dirigentes de Liberty Media. Alguien se quería cargar a Horner.
Pues ese alguien ya ha asomado la cara. Jos Verstappen, padre y mentor de Max Verstappen, tricampeón del mundo de Fórmula 1 hasta que a finales de este año sea tetracampeón. Según se ha podido saber, Verstappen padre mantiene una relación sentimental con la empleada a la que Horner mandó los mensajes.
Verstappen padre habría sido el instigador de la persecución para que Horner se quedase fuera de Red Bull, y en Baréin dio la cara: "Se hace la víctima cuando es él quien causa todos los problemas. Mientras él siga en su puesto, el equipo corre riesgo de desintegrarse". Verstappen padre amenaza con llevarse a su hijo Max a Mercedes.
El problema es que Horner no tiene ninguna intención de irse, y en Red Bull, pese a las presiones externas, le apoyan. De hecho, Chalerm Yoovidhya, el máximo accionista de la empresa, viajó hasta el Gran Premio de Baréin para prestar su apoyo público a Horner. También estuvo Geri Halliwell, miembro de la Spice Girl y esposa de Horner.
Una disputa que está creando clanes en el equipo. Helmut Marko es el gran valedor de los Verstappen, hasta el punto de que Max tiene una cláusula por la cual puede salir de Red Bull si Marko se va. Preguntando al respecto, Marko dijo que "no me interpondré en el camino de Max". Todo mientras se difundieron fotos de Verstappen padre charlando con Toto Wolff.
En el clan de Horner resiste Adrian Newey, el gurú técnico del equipo, que a su vez tendría una cláusula en su contrato por la cuál podría abandonar Red Bull si Horner sale. Con 65 años recién cumplido y con un cambio de reglamento técnico a la vuelta de la esquina, Newey podría estar pensando ya en una jubilación.
Gerhard Berger, que fue copropietario de Toro Rosso y primer director del equipo filial de Red Bull, y por lo tanto conoce bien la casa, se atreve con un pronóstico: "Tal y como están las cosas, diría que Horner se queda, Marko y Newey se retiran y Max Verstappen se va a Mercedes". En otras palabras, la autodestrucción del equipo Red Bull de Fórmula 1.
Jos Verstappen tiene varios altercados machistas a sus espaldas
Lo más irónico de toda esta guerra sucia en Red Bull es que sea Jos Verstappen quien esté impulsando una campaña en nombre del feminismo y los derechos de la mujer contra Horner. Para quien no lo sepa, Verstappen padre tiene una condena de seis meses de cárcel por amenazas a su ex mujer, la madre de Max Verstappen, Sophie Kumpen.
Además, Verstappen fue declarado culpable de una agresión en una pista de karting en la que le fracturó el cráneo al nuevo novio de su ex mujer. Por si fuese poco, en 2012 fue detenido por atropellar a una ex novia con su coche, por lo que volvió a pasar un tiempo en la cárcel. Ahora, lidera la campaña feminista contra Horner. La política de la Fórmula 1.