Fernando Alonso y Lewis Hamilton se vieron envueltos en una extraña polémica durante el pasado Gran Premio de Mónaco. Tras la reanudación de la carrera, Alonso estaba en la séptima posición con Hamilton detrás en la octava. El piloto asturiano decidió ir exageradamente lento, aprovechando que en Mónaco es imposible adelantar, descolgando a Hamilton.
Tras la bandera roja la mayoría de pilotos optó por los neumáticos duros, pero hubo algunos que apostaron por los medios. Entre ellos los Red Bull y Fernando Alonso. El plan era tener más agarre para intentar adelantar en la primera vuelta y, si no podían, gestionar los neumáticos durante el resto de la carrera aprovechando que Mónaco... es Mónaco.
Mercedes avisó a Hamilton de que si frenaba Ocon no puntuaría, y lo hizo
Alonso atacó durante esa primera vuelta pero adelantar a Lando Norris fue imposible, así que comenzó a ir grotescamente lento. Un parsimonioso ritmo de carrera que formó tras de sí un interminable trenecito de coches que encabezaba un desesperado Hamilton. "¿No podemos hacer una parada para adelantarle?", llegó a sugerir por la radio.
Después de la carrera tanto Hamilton como Toto Wolff, el jefe del equipo Mercedes, han cargado contra Alonso, ya que consideran que lo que hizo estaba al límite de la legalidad: "Su ritmo era de Fórmula 2, era cinco segundos más lento. Tenemos que revisar algo para que no pueda haber un coche cinco segundos más lento en pista".
"No se qué está haciendo el coche de delante", se llegaba a lamentar Hamilton por radio durante la carrera. Estaba gestionando sus neumáticos, y nada más bajarse del coche Alonso bromeó con sorna de su hazaña: "Ha sido fácil mantener a Hamilton detrás, muy fácil. Su frustración no es mi problema. Esto es lo que hay".
El verdadero problema de Alpine era que en ese mismo grupito, justo detrás de Hamilton, venía Esteban Ocon. El piloto francés arrastraba cinco segundos de penalización precisamente por un toque que tuvo con Hamilton al inicio de la carrera. Y ese ritmo tan lento le impedía por completo abrir un hueco que le permitiese no perder demasiados puestos.
"Cuando me dijeron que Esteban tenía la penalización empecé a abrir un poco de hueco. Pero Hamilton, o no tenía neumáticos o estaba un poco enfadado y no quería ir más rápido", comentaba Alonso tras la carrera. Efectivamente, tenía razón. Hamilton intentó, y consiguió, de forma deliberada que Ocon no puntuase.
Revisando las radios posteriores a la carrera se escucha claramente como desde el muro de Mercedes le indican a Hamilton que "Alonso está subiendo el ritmo para intentar ayudar a Ocon en su penalización. Tiene a Bottas y a Vettel detrás. Si le empujamos hacia atrás, perderá posiciones". Dicho y hecho: tras ir toda la carrera pegado, Hamilton entró en meta a cinco segundos de Alonso y Ocon se quedó sin puntuar. Venganza en plato frío.