Desde el box le dijeron que tirase un poquito más y eso resultó en una pérdida de tracción en el tren trasero, lo que hacía que rodase más lento en las partes lentas del circuito. Una buena razón.
Otra razón esgrimida por el romano es que la salida del Safety Car le hizo perder un tiempo precioso. En realidad, Fisichella tampoco tuvo tanto trabajo en adelantamientos como pudieron tener Raikkonen y Alonso, que lucharon como leones contra castañas como Schumacher, protagonizando adelantamientos inolvidables y presentando su cara más competitiva y del más alto nivel. Él, en cambio, tuvo aparentemente una carrera tranquila hasta el final, cuando nada pudo sacar ya de su coche, y Raikkonen le ganó.
Vía | itv-f1