La cultura de la Fórmula 1 arraigó en Telecinco y en España gracias a la presencia de Fernando Alonso como promesa clara del deporte, y no gracias a que se cubriera objetivamente un deporte desde un principio, y mucho menos gracias a los apoyos más oficiales de esta especialidad en nuestro país.
Parece que nunca ocurriera el que las carreras fueran seccionadas para retransmitir una etapa ciclista, o fueran interrumpidas para poner un informativo, dejándonos ver las primeras y últimas vueltas de la prueba, como si eso fuese suficiente. El desarrollo de la misma no era en sí interesante.
Por eso hay que reconocer la realidad en las palabras de Alonso cuando dice que han tenido que luchar solos para llegar a lo que han llegado, porque así ha sido. Ahora son legión los seguidores de la Fórmula 1, pero no hace tantos años nos perdimos la primera carrera de la temporada. Nunca perdamos de vista dónde estábamos hace 10 años, dónde estamos ahora, y por qué.