Tras la metida de pata hasta el fondo de la FIA programando para el mismo fin de semana el debutante Gran Premio de Azerbayán de Fórmula 1, a disputarse en Baku, y la mítica carrera de las 24 Horas de Le Mans del WEC, ahora toca hacer ejercicios de malabarismo para encajar ambos acontecimientos sin que el daño de la solapación vaya a más.
Pero como no podía ser de otro modo, ambos eventos van a coincidir en determinadas franjas horarias de ese fin de semana del 18 y 19 de junio de 2016, según se ha podido saber al confirmar la FIA todos los horarios para la temporada 2016.
Para empezar con los conflictos horarios, el sábado en el mismísimo momento en el que se esté dando la salida en Le Mans arrancará también la sesión de clasificación para configurar la parrilla del Gran Premio de Azerbayán. Eso sucederá a las 15:00 en el circuito de La Sarthe (idéntica hora peninsular), que serán exactamente las 18:00 en Baku. De este modo, la primera elección importante del fin de semana será: ¿veo la salida de las 24 Horas de Le Mans o la clasificación de Fórmula 1?
La carrera de Fórmula 1 empezará justo al terminar las 24 Horas de Le Mans
Para el domingo no habrá coincidencia como tal en cuanto a actividad en pista se refiere, pero la cosa irá muy apretada: justo cuando el vencedor de las 24 Horas de Le Mans esté protagonizando la icónica foto de cruzar la meta del trazado de La Sarthe, Charlie Whiting estará apagando los semáforos rojos de la recta del circuito de Baku para autorizar la salida de la carrera. Eso sucederá a las 15:00 (hora peninsular) del domingo, por lo que aquí habrá que decidir entre ver los festejos y la siempre bonita y simbólica ceremonia de los podiums en Le Mans o presenciar la carrera de Fórmula 1.
Al final cada cual escogerá lo que más le apetezca en ese momento, pero aunque Jean Todt asegure por activa y por pasiva que era imposible que no hubiera conflictos de calendario con tantas pruebas de diferentes campeonatos, ¿tan complicado hubiera sido reservar un fin de semana exclusivo para las 24 Horas de Le Mans, o por lo menos no hacerlo coincidir con la supuestamente joya de la corona de la FIA: la Fórmula 1.