Sebastian Vettel fue uno de los grandes protagonistas del Gran Premio de Japón de Fórmula 1. El tetracampeón del mundo volvió a recordar a su mejor versión durante la clasificación, con una vuelta brillante que rompió la racha de derrotas frente a Charles Leclerc y le colocó en la pole position. Sin embargo, en la carrera todo cambió.
El alemán reaccionó antes de que se apagase el semáforo, haciendo que el Ferrari se moviese antes de tiempo. En un primer momento pareció que Vettel se había saltado la salida, incluso la FIA abrió una investigación que muy pocas veces concluye sin penalización. Pero ésta fue una de esas veces. Vettel pudo continuar sin castigo y salvar al menos la segunda plaza.
El chivato no detectó irregularidad en la salida de Vettel
Es evidente que Vettel no ganó nada en la arrancada en falso, de hecho solo le sirvió para perder la posición con Valtteri Bottas. Sin embargo la maniobra fue relativamente similar a la que protagonizó su ex compañero, Kimi Raikkonen, solo quince días antes en Rusia. Y el piloto de Alfa Romeo, a diferencia de Vettel, sí que tuvo castigo.
La FIA explicó después de la carrera que "el motivo de la ausencia de penalización es que los comisarios revisaron las pruebas de vídeo y el informe de la salida en falso basado en la información del transmisor aprobado y suministrado por la FIA que tiene instalado cada monoplaza". Es decir, que el chivato de Vettel no marcó que se hubiese saltado la salida.
La diferencia está en que Vettel no sobre pasó los márgenes de tolerancia. Es decir, mientras que Raikkonen en Sochi incluso abandonó su cajón de la parrilla, Vettel se mantuvo dentro de él. Ambos frenaron tras ver su error, pero solo el piloto de Ferrari lo hizo a tiempo para evitar un castigo que le hubiese dejado sin la segunda posición.
"Aunque el vídeo demuestra un movimiento, ese movimiento estaba dentro de los límites aceptables del sistema de salida en falso en la Fórmula 1", añade la FIA en su comunicado sobre la no penalización de Vettel. Hay que recordar que, además, la salida en Suzuka es cuesta abajo, por lo que el piloto debe tener accionado el freno en todo momento para que el coche no se mueva.
El margen de tolerancia para los 'jump start' ya fue modificado después del Gran Premio de Austria de 2017, cuando Valtteri Bottas, también desde la pole, hizo sin querer la salida perfecta. Reaccionó al semáforo en un tiempo humánamente imposible, pero dentro de los límites. Dicho de otro modo: soltó el embrague con el semáforo rojo pero tuvo la suerte de que justo entonces se puso en verde.
"Las luces se quedaron encendidas durante mucho tiempo, pero fue error mío, así que perdí la inercia. Acabó siendo peor que una mala salida. He soltado un poco el embrague pero luego lo he vuelto a apretar. He perdido mucho", comentaba Sebastian Vettel tras la carrera. En cualquier caso, otro error que pudo costarle una nueva victoria a Ferrari.
La FIA también fue benévola con el otro Ferrari
En general, en Ferrari no tienen motivos para quejarse de los comisarios en Suzuka, más bien todo lo contrario. Poco después de que Vettel arruinase su carrera en la salida, Charles Leclerc también destrozó la suya y, de paso, la de Max Verstappen. Fue en la curva 2, cuando el monegasco se llevó por delante al piloto de Red Bull.
Pese a que era una maniobra errática muy clara de Leclerc, la FIA decidió dejar la investigación para después de la carrera. Finalmente sancionó a Leclerc con quince segundos que le hacen bajar de la sexta a la séptima posición, pero sin duda una penalización durante la carrera le hubiese metido más aún en mitad del tráfico y hubiese comprometido mucho más su remontada.
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