El Gran Premio de Arabia Saudí de Fórmula 1 sirvió para confirmar lo que ya vimos en Sakhir: Ferrari ha construido un gran monoplaza que va a pelear por cada victoria y por el título mundial. Eso debería ser una gran noticia para Carlos Sainz, el piloto español que corre en el equipo de Maranello, pero un reverso tenebroso comienza a asomar.
En Jeddah el ritmo de Carlos Sainz volvió a ser muy inferior al de Charles Leclerc, y tampoco pudo meter mano al monegasco en la clasificación. Sí, Sainz volvió a estar en el podio, pero viendo el nivel que tienen Red Bull y Max Verstappen no sería de extrañar que Ferrari elija pronto un líder, y ese hoy por hoy sería Leclerc.
Tercer podio consecutivo para Carlos Sainz en la Fórmula 1
Tanto en Baréin como Arabia Saudí hemos visto una cosa clara: Charles Leclerc tiene más ritmo de carrera que Carlos Sainz. El monegasco se encuentra más cómodo con el nuevo Ferrari F1-75 y lo demuestra a lo largo de todas las sesiones de entrenamientos, donde los tiempo le salen mucho más fácil que a Sainz.
Después de la carrera en Jeddah el piloto español explicaba que "sufrí un poco con el neumático medio. Hemos dado un paso adelante respecto a Baréin, podía apretar más e ir más cómodo. Sé perfectamente en que tipo de curvas estoy perdiendo. Es importante para mí no perder muchos puntos mientras no esté cómodo con el coche".
Sainz salía tercero y hizo una buena arrancada, pero se vio bloqueado por Leclerc y perdió la posición con Verstappen. A la postre, puede que ese cerrojazo a su compañero le privase a Leclerc de la victoria, ya que se quedó sin escudero contra Verstappen. El problema es ese, que Sainz empieza a ponerse el traje de Rubens Barrichello.
Finalmente Sainz se encontró con el podio gracias a la mala suerte de Sergio Pérez, que iba liderando hasta que le salió un coche de seguridad justo después de la parada en boxes. Sainz y Pérez salieron en paralelo, pero con el español un poco por delante, aunque la FIA tardó en reaccionar e impidió que Sainz pudiese atacar a Verstappen en el relanzamiento.
No todo es malo para Sainz. Hay que saborear que el piloto madrileño logró en Arabia Saudí su tercer podio consecutivo, tras el de Baréin y el de la última carrera de 2021, en Abu Dabi. Además, a una vuelta Sainz sí que está siendo capaz de hacer tiempos cercanos a los de Leclerc. Pero falta ritmo de carrera.
Con un coche tan bueno y tantas carreras por delante, parece difícil que Sainz no consiga este año su primera pole position y, sobre todo, su primera victoria. El problema es que si quiere aspirar a más debe reaccionar desde ya, porque está disputando una carrera contrarreloj para evitar que Ferrari se decante por Leclerc en el mundial.
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